sábado, 29 de junio de 2013

TOMEN NOTA

Alexitimia: la inexpresividad emocional

POR ALEJANDRO GORENSTEIN / ESPECIAL PARA MUJER

Padecido por más hombres que mujeres, este síndrome afecta la salud física y psíquica.

Cuando no tenemos capacidad de reacción frente a los conflictos y dejamos que la “la procesión pase por dentro”, es el cuerpo el que registra este proceso y el que sufre las consecuencias. Un hombre padece el constante acoso moral de su jefe, sabe lo que le ocurre, pero aparentemente no siente ira. Esa emoción no expresada, con el tiempo se vuelve un síntoma físico, por ejemplo, colon irritable. Este es uno de los síntomas en que se manifiesta la alexitimia, un mal que afecta a las personalidades ansiosas o a los que parecen fríos o “desapegados”.

La palabrita -alexitimia- viene del griego y nombra la dificultad para reconocer, nombrar y comunicar   sentimientos y diferenciarlos de las sensaciones corporales. El término fue introducido por el psiquiatra norteamericano Peter Sifneos, como resultado de una investigación sobre pacientes afectados por enfermedades psicosomáticas:ninguno de ellos podía poner en palabras sus emociones. 

Para Alejandro Schujman, licenciado en Psicología, esta incapacidad para expresar y describir sentimientos está relacionada con la adicción que muchas veces generan Internet y las nuevas tecnologías, especialmente las redes sociales como Facebook. “Cuando el “te amo” pasa a ser ‘un comunicado de prensa’ en el estado del Facebook, lo que queda por fuera es lo esencial de la intimidad, imprescindible en el plano del amor.

Las serenatas de hoy son manifestaciones virtuales para que los testigos de los monitores presencien y den fe del sentir. La virtualidad esconde, si es mal utilizada, uno de los tesoros más ricos del ser humano: la espontaneidad y el hermoso riesgo de interactuar y de sentir. Quienes quedan escondidos tras dispositivos sofisticados, se pierden ellos mismos en la maraña de la red”, sostiene Schujman.

La alexitimia condiciona las relaciones entre los individuos. “Hoy en día, sobre todo en medios urbanos, la comunicación afectiva en la conquista amorosa es necesaria y bien valorada. Un hombre con escasas habilidades emocionales, no sólo será ‘corto’ de palabras, sino que carecerá de recursos de atracción. Los medios laborales también ponen el acento en rasgos de sociabilidad, simpatía, seducción, a la hora de contratar a su personal y aún en trabajos solitarios o de escaso contacto con el público las pautas de sociabilidad son tenidas muy en cuenta para favorecer a la integración grupal”, señala el psquiatra Walter Ghedin. Y describe: “La alexitimia es un síntoma que se presenta en diferentes trastornos psiquiátricos. Trastornos obsesivos de la personalidad, desórdenes alimentarios, adicciones, depresiones y también en cuadros orgánicos como secuelas de accidentes cerebro-vasculares, enfermedad de Parkinson o trastornos del espectro autista. Para algunos autores también aparece en personalidades perfeccionistas, obsesivas, solitarias o ansiosas”. 

Ellas y ellos
La alexitimia se presenta, aproximadamente, entre un ocho a un diez por ciento de la población y por cada 10 varones con este problema sólo hay dos mujeres que lo padecen. “La explicación de esta diferencia de género se debería a que la comunicación entre los dos hemisferios cerebrales femeninos cuenta con mayor cantidad de fibras de interconexión que pasan por una estructura cerebral denominada ‘cuerpo calloso’ (una especie de puente entre los dos hemisferios). El cerebro derecho “siente” los afectos y el izquierdo “los reconoce y les pone palabras”. Es decir, que las mujeres estarían mejor predispuestas por la biología a convertir sus emociones en expresiones gestuales y en lenguaje”, puntualiza Ghedin.

Existen dos clases de alexitimia: primaria (originada en predisposiciones genéticas o anomalías neurológicas) y secundaria (generalmente asociada a un trastornos psiquiátricos). El tratamiento y el pronóstico dependerán de estos antecedentes. Algunos síntomas identificables en las personas con alexitimia son también la gastritis o ulcera gastroduodenal, psoriasis, caída del cabello, asma, alteraciones del ritmo cardíaco y contracturas musculares, entre otras. 

“El diagnóstico de la personalidad de base es fundamental. Los abordajes psicológicos ayudan a la persona a flexibilizar las defensas y a reconocer la riqueza emocional reprimida o negada. No obstante, y más allá de los casos clínicos, existe el desafío de defender las emociones como un aspecto fundamental de la subjetividad. Las emociones no morirán porque conforman la esencia humana. Sin embargo, hay mucho por hacer: recuperar la intensidad, el compromiso afectivo con uno mismo y con los otros y la tristeza cuando es necesario”, concluye Ghedin.

clarin/sociedad

No hay comentarios:

Publicar un comentario