Y el imán produce energía. El imán se ve pero no se ve la energía magnética. Sin embargo es muy fácil demostrar que está allí. Si ponemos dos imanes con el mismo polo: norte-norte, vemos que las limaduras de hierro muestran las líneas energéticas y esas limaduras no se unen, aquí hay como un rechazo mutuo entre esas líneas magnéticas.
En el caso de dos imanes con diferentes polos: norte - sur, vamos a ver cómo las líneas energéticas se entrelazan entre sí. Están unidas.
El hombre y la mujer están construidos con el mismo patrón que un imán, con un patrón magnético. Por tanto es algo absolutamente natural la atracción que los hombres sienten por las mujeres o las mujeres por los hombres. El Creador del mundo ha hecho de esta vinculación una de las cosas más perfectas. Porque a su vez debe ser una de las cosas más importantes. La Tierra tiene una energía que en la China se llama YIN, el Cielo tiene una energía que se llama Yang, o podríamos decir Positiva - Negativa. Esto también está comprobado científicamente. La tierra, el suelo tiene energía. Los vemos en los rayos, en la atmósfera. En las tormentas se produce una descarga de luz porque arriba hay energía positiva que es atraída hacia la tierra que tiene energía negativa.
En la mujer, la energía negativa ingresa por sus pies y la energía positiva sale por la cabeza.
En el hombre es al revés: la energía positiva entra por la cabeza y la negativa sale por los pies produciendo un circuito.
Para que se encienda una lámpara eléctrica o para que funcione un equipo de audio es necesario que el circuito se unifique. Cuando las luces están apagadas, es porque hay un solo polo; llega un solo polo a la lámpara. Con un polo, no enciende, no hay vida, no hay luz; deben estar los dos polos conectados
Cuando El hombre y la mujer se unifican y comienzan a generar energía.
Quien conozca de los Chakras sabe que En el Chakra Sacro, ubicado en la base de la columna o en los genitales, la mujer tiene energía negativa y el hombre, positiva.
En el corazón, el hombre tiene energía negativa, la mujer, energía positiva; y todo está de esta forma: intercambiado y mutuamente atrayente. Es por esto que TODO en el universo vibra de acuerdo con esa energía que podríamos llamar sexual o energía de polaridad.
Esta energía está presente en los átomos, lo saben también los científicos.
Ustedes dirán, ¿cómo un átomo va a tener sexo?, bueno, no es exactamente... ¿Saben cómo se origina esto?
Se encuentran un átomo de cloro y un átomo de sodio, se unen energía positiva y negativa, Yin y Yang, el hombre y la mujer, y dan origen a un nuevo ser: el hijo que se llama cloruro de sodio o sal. Y ese cloruro de sodio, ese cristal de sal va creciendo como una plantita, como un animal, como un bebé humano.
Pero el origen fueron esos dos átomos iniciales que se unieron y allí esta lo que podríamos denominar una inteligencia atómica, porque los átomos dicen: con este sí, con este no, por lo tanto los átomos de alguna forma tienen una vida primitiva y esta fuerza energética, la ley de polaridad, está presente en todo. En los animales, lo sabemos, lo podemos comprobar en nuestras casas, al ver unos perritos, al ver a nuestros gatos o al ver a los pajaritos. Está presente en el Reino Animal.
Esa energía sexual está presente en el Reino Vegetal.
Los mismo fenómenos que ocurren entre el hombre y la mujer, por ejemplo, cuando la mujer está ovulando, su aparato genital entra en una temperatura especial.
Hay determinadas flores que son femeninas y otras que son masculinas; esas flores femeninas cuando están en el momento de ser fertilizadas, entran en una temperatura especial, igual que ocurre con la mujer o con los animales.
Los científicos de hace 100 años, obsesionados con que el sexo era malo, cambiaron los nombres de los órganos reproductores de las plantas. En lugar de ponerle pene al órganos reproductor masculino, le llamaron pistilo pero cumple exactamente la misma función.
Decimos que esta energía está presente en todo: en lo pequeño, en el átomo... ¿Y qué ocurrirá en las estrellas? ¿Qué ocurrirá en la galaxia?
Nosotros y los grandes místicos del pasado decían esto: “La ley de polaridad es una ley universal”; y “En el universo todo se está generando continuamente”.
Esto lo decían los grandes místicos del pasado, hace 4000 o 5000 años.
Los científicos de hoy en día han logrado fotografías con telescopios especiales en las que se pueden ver frecuencias energéticas invisibles al ojo humano.
Se pueden ver dos galaxias: una grande y otra pequeña. Podemos decir, una masculina y otra femenina. Desde la galaxia mayor sale un tubo energético, energía que se une con la galaxia menor. Estos tubos de energía son miles de millones de años luz. Allí hay un intercambio energético equivalente a esto que denominamos sexo, pero no es un contacto sexual, es otra cosa.
Lo más extraordinario, es lo que encontramos en ese libro tan famosos llamado COSMOS, de Carl Sagan. Él presenta una fotografía de dos galaxias unidas por un tubo de energía.
Hace algunos años, los astrónomos decían que ya nada nuevo surgía en el universo, que todos los planetas ya habían nacido, todas las estrellas ya estaban, no habían nuevas galaxias, ya estaba todo hecho. Pero ahora, los científicos, han descubierto que eso era mentira y que ESTAN NACIENDO NUEVOS MUNDOS.
Carl Sagan dijo: “Nuevas estrellas están naciendo en el puente que conecta dos galaxias”.
¿Qué quiere decir esto?. Quiere decir que de la unión energética, podríamos decir groseramente, de la unión sexual entre una galaxia pequeña y otra galaxia mayor, están naciendo nuevas estrellas. Nace vida.
Hay una película muy hermosa que se llama Cocoon. En esa película se ve seres extraterrestres de luz, de luz total. Un ser humano se enamora de una mujer extraterrestre muy hermosa y, bueno... este hombre quería contacto sexual. Van a una pileta, esto es muy sensual, y la mujer extraterrestre le dice que se ubique en la otra punta de la pileta, no lo deja acercarse. Y desde el corazón de esta mujer extraterrestre, hermosa y toda luz, comienza a presentarse una burbuja, que empieza a girar como un torbellino, sale disparada al aire y llega al corazón de ese hombre. El rostro, la cara de ese hombre, explica todo. Siente un gozo, siente una alegría, una felicidad inenarrable, que va más allá del mero placer sexual entre dos seres humanos, del placer físico.
Así es la concepción en esos seres superiores. Ellos intercambian energía por pura meditación. Por puro poder mental crean nueva vida.
Cuando no amamos verdaderamente comienzan a surgir en nuestra civilización, como surgió en el pasado, cierto tipo de conductas incorrectas. Y esas conductas mentales, psicológicas y físicas van a degenerar en enfermedades y en sufrimientos. Entonces vemos una civilización que cada día es más caótica y vemos el surgimiento de nuevas enfermedades, como por ejemplo el SIDA. Este famoso virus HIV ha sido creado, pero debemos saber que: Donde hay amor, esta enfermedad no puede aparecer.
El amor es simplemente una fuerza, una energía que desmaterializa estos virus. Simplemente eso.
El amor no es una palabra linda. El amor es una fuerza. Como la luz ultravioleta que usan los médicos y que mata bacterias y virus en el cuerpo, el Amor es una energía capaz de destruir las enfermedades, los conflictos psicológicos que todos poseemos. Creo que dentro del corazón de todos ustedes no es una novedad decir que esta civilización marcha hacia su autodestrución. No que sea el fin del mundo, el mundo continuará. El planeta Tierra seguirá girando alrededor del Sol.
Es un cambio. Es una nueva era, es un nuevo Sol. Pasarán momentos graves, momentos difíciles, pero en esa destrucción habrá una bendición porque habremos perdido todo aquello que no era útil para nuestro crecimiento, para nuestra felicidad, para la paz de cada uno de nosotros y para la humanidad.
Se habrán destruido las fronteras, se habrán destruido las fábricas, se habrán destruido las religiones.
Y cuando todo esto termine, algo nuevo habrá florecido en la humanidad.
Si vemos lo que está surgiendo adentro nuestro, nos damos cuenta de que ese cambio YA ha comenzado.
Y que se está acelerando. Y que es necesario prepararnos...
(extractado del libro: Amor, Magia, Poder y Misterio de Francisco Checchi)
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