miércoles, 25 de mayo de 2016

¿Las casas pueden tener vida propia y afectar negativamente a las personas?

¿Las casas pueden tener vida propia y afectar negativamente a las personas?Una familia se muda de casa. A los pocos días comienzan a escuchar ruidos extraños. A los meses ven con sus propios ojos sombras oscuras cruzando por los pasillos y las habitaciones. Los más pequeños de la familia no quieren dormir solos en sus habitaciones. Un año después la familia comienza a tener graves problemas financieros, pero lo peor es que todos los miembros de la familia sufren extrañas enfermedades y su perro aparentemente sano muere de forma repentina. La ansiedad, la desesperación, el miedo, la angustia se apodera poco a poco de todos ellos, sin poder ver una luz en ese oscuro túnel.
¿Qué está pasando?
El anterior relato es el de un caso real, el de una familia que nos escribió desesperada por su dramática situación sin saber muy bien lo que les estaba ocurriendo. Tanto el padre como la madre creían que su casa estaba embrujada y que estaban siendo testigos de fenómenos paranormales causados por ciertas entidades. Sin embargo, y aunque pueda parecer increíble, no tenía nada que ver con ese tipo de fenomenología, la realidad es quesu casa tenia vida propia y se estaba alimentando de sus miedos. Y este tipo de“drenaje energético” era sentido por todos los miembros de la familia en forma de enfermedades.
Son muchas las personas que son víctimas de las llamadas casas enfermas, y que no tiene nada que ver con la clásica casa embrujada. Hay ciertas condiciones que crean un ambiente ciertamente inquietante, y esos mismos factores que pueden energizar un lugar también pueden transferir energía a los ocupantes. Los seres humanos son sensibles a este tipo de propiedades físicas, donde la información residual se impregna en las paredes, suelos y otros detalles arquitectónicos.
Comienza una pesadilla
Se sabe que los seres humanos son sensibles a las frecuencias de infrasonido debajo de nuestro rango de audición; a las tormentas geomagnéticas, que pueden llegar a ofrecer extraños sueños vívidos; dolores de cabeza antes de los terremotos; la piel de gallina en lugares embrujados; y una sensación de Déjà vu, sin razón aparente. Los seres humanos han incorporado herramientas que ni siquiera conocen y pueden ser activadas en cualquier momento.
Algunas personas creen que los espíritus en una casa pueden ser el factor de activación de dichas capacidades en las personas, haciéndoles actuar de manera diferente o teniendo problemas, pero no es así en todos los casos. Hay casas que con el paso del tiempo han llegado a cobrar vida, con la capacidad de manipular la sensibilidad y comportamientos de sus ocupantes, incluso llevándolos a límites insospechados.
Casas pueden tener vida propia
Generalmente se trata de casa antiguas, pero se han llegado a documentar casos en nuevas edificaciones. Pero los síntomas son siempre los mismos, comienza con algo tan simple como con sentimientos de inquietud, agitación, nerviosismo, ansiedad o depresión. La vida de los ocupantes de la casa parece desmoronarse, problemas en el trabajo, en la economía y personales.
Esto conducen a conductas de insomnio y cambios de personalidad, que les obliga a medicarse. Con el tiempo, las personas son sensibles al lugar y sienten que todo lo que hacen les sale mal. Por no comentar la sensación de apego, ya que, aunque quieran no se pueden marchar, la casa les retiene. La razón de todos estos síntomas es que la casa aprovecha cualquier vulnerabilidad causada por la enfermedad para atacar a una persona y agravar el problema. Por lo tanto, incluso una enfermedad que puede haber comenzado como puramente psicológica, en la mayoría de los casos acaba complicándose.
Síntomas de una casa con vida propia
“La casa” reproducirá ciertos fenómenos paranormales, como si se tratara de una casa embrujada, con la única intención de alimentarse del miedo de todos los que viven en ella. Los “sonidos fantasmas”pueden ser en forma de voces, música o ruidos repetitivos que se producen a intervalos regulares. También está el sonido característico de los pasos durante la noche, risas, llantos o música procedentes de un lugar indeterminado. La casa puede crear sonidos para llamar la atención, por lo que emitirá golpes en las paredes sin causa identificable.
Las casas pueden tener vida propia
Los puntos fríos sin ninguna razón física también acompañan a las casas que tiene vida propia. La teoría es que la casa necesita la energía de su interior, por lo que ciertas áreas del hogar pueden sentirse más fríos. A diferencia de los puntos fríos causados por los espíritus y fantasmas, estos permanecen constantemente en un área un período prolongado. Otro dato a tener en cuenta es que la casa no le gusta las reformas, por lo que creará cierta actividad inexplicable mientras se trabaja en su remodelación.
Pero posiblemente el síntoma más importante lo encontremos en los animales. Las mascotas tienen comportamientos extraños en una casa viviente. Tienen alteraciones en su comportamiento, pueden llegar a ladrar hacia ciertas zonas de la vivienda, incluso pueden negarse a entrar en algunas habitaciones. Pero en los peores casos, una mascota sana puede acabar enfermando misteriosamente y muriendo, siendo esta la primera víctima de la casa.
No confundir con el estrés geopático
Muchas personas confunden a las casas que tiene vida propia con el estrés geopático, que es la distorsión de las energías geo-electromagnética en tierras con cursos de agua subterráneos, depósitos minerales o cavidades subterráneas. En el caso del estrés geopático, las energías distorsionadas o negativas pueden irradiar a través de una casa o lugar de trabajo, también afectando a la salud de sus ocupantes de diferentes maneras.
Mientras que las casas que cobran vida propia pueden causar directamente enfermedades, el estrés geopático no las causa, aunque puede debilitar el sistema inmunológico de una persona debilitándole el cuerpo por lo que una enfermedad es más lenta de curar y más susceptible a enfermedades como el cáncer. En el estrés geopático las áreas árboles frutales no producen, las plantas y las flores se mueren con facilidad, y los rayos impactan con cierta frecuencia.
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¿Y qué se puede hacer?
Nuestra primera y única recomendación es que cualquier persona que sea víctima del poder de una casalo que tiene que hacer es marcharse, sin miedo a lo que será de su vida ya que “la casa” hará lo posible para retenerlos. Pero por desgracia, hay muchas personas que no pueden o no se atreven a dar ese paso. Por lo que algunos expertos recomiendan utilizar el Feng Shui. 
Hay que mantener la casa bien iluminada y ordenada, con áreas libres y abiertas para que la energía fluya. En el blog de la reconocida psíquica y vidente Elise Defer podrás encontrar herramientas valiosas para eliminar la energía negativa y transformarla en una buena energía para el hogar. Otras recomendaciones es reproducir música suave feliz con fotos felices de la familia u objetos asociados con buenos sentimientos, como el juguete de un niño. Este tipo de cosas puede ayudar a controlar la energía de una casa de este tipo. Esta buenas practicas pueden servir para los casos menos graves, pero para los más grabes la única solución es marcharse sin mirar atrás, ya que nuestro dulce hogar se puede convertir en la peor de las pesadillas.
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Como Isabel Allende, Alena vive en la casa de los espíritus por Sergio Tomaro (Diario Popular)

"Dueña desde niña de un don especial que su familia jamás reprimió y que le permite ver lo que nadie ve, destinó su vida a desarrollar esa capacidad que, como asegura, le abre las puertas a un mundo increíble."

La niña callada y de un inmenso mundo interior que fue, supo siempre que tenía una gran diferencia con el resto de los chicos de su época. Con el tiempo se fue dando cuenta que esa particularidad era un don propio de los elegidos y que en su caso la acercaban a la clarividencia y la percepción extrasensorial. Hoy, Alena Persaldi profundizó con estudios aquellas facultades y sin proponérselo, hizo realidad lo que la chilena Isabel Allende plasmó en su novela 'La casa de los espíritus'.

Lo dicho viene a cuento porque Alena asegura convivir con decenas de entidades espirituales a las que solo ella ve y escucha, circunstancia que ha tomado como parte de aquel sexto sentido ya apuntado y con el cual detecta a espíritus asociados con la luz pero también a los obsesores y bajos astrales empeñados en hacer reinar la oscuridad.

"'Es cierto. A veces estoy trabajando y los espíritus me hablan. También en medio de una pesadilla he tenido que lidiar con entidades oscuras, pero estoy acostumbrada a que me pasen estas cosas que no me asustan, sino que por el contrario me ayudan a controlar los miedos", argumentó a HISTORIAS DE VIDA. Semejante bagaje vivencial llevaron a que se especializara como psíquica con otra particularidad: puede tener un rápido registro de algunas de las vidas anteriores de la persona que la consulta o simplemente dialoga con ella. Lo demás, es decir elaboración de registros akáshikos y conexión con seres espirituales, forma parte de la actividad profesional que encara desde hace 18 años.

"Siempre tuve mucha imaginación al punto que de chiquita, en la escuela, me mandaron al otorrinolaringólogo porque decían que no escuchaba bien y que por eso estaba abstraída de lo que pasaba en el aula. Pero una psicopedagoga le dijo a mi madre que lo mío no era sordera sino que probablemente estuviera conectada con otro mundo que otros no captaban".
La primera persona que se dio cuenta que era una chica especial fue su madre que veía lo que ocurría en torno de su hija, pero simplemente la observaba, sin controlarla. "Nadie me impidió que fuera profundizando en esta cuestión", añadió, quien en 1998 accedió a la tecnicatura en Ciencias Psicofísicas en el Instituto Argentum, a la cual le sumó varios cursos y especializaciones fiel a su condición de autodidacta.

CON TODA LA LUZ

Divorciada a los ocho años de haberse casado y madre de una hija de 34 que es licenciada en Ciencias del Ambiente, no solo trabaja en su consultorio del barrio de Liniers atenta a las vibraciones energéticas, sino que dicta cursos de formación en la lectura de registros akáshikos, regresión a vidas pasadas y fenomenología paranormal, porque también se dedica a esa disciplina.

El principal soporte que Alena asegura tener es la protección de los Maestros Espirituales que se mueven en la Luz y consideran que los momentos actuales son de crisis "porque -explicó la psíquica- llegó el momento de correr los velos. Esa es la razón por la que hay tantos divorcios, peleas entre hermanos y disputas entre socios"'.

De hablar pausado, Alena considera que viven "en un error" los que piensan que todo termina en el cementerio y se sonríe si le hacen alguna broma sobre la multitud de espíritus con los que convive en su casa. "Están", aclara, y le pide al periodista que antes de irse, le cuente de esa angustia que lo atormenta y que pretendió disimular, aunque ella ya lo había notado ni bien empezó la entrevista.

Sergio Tomaro