Alena Persaldi, (Autora del Libro "El Jardin de los Recuerdos" (De mis vidas anteriores) Profesional en Ciencias Psicofisicas, Investigadora de Fenomenos Paranormales, Terapeuta en Regresion a Vidas Pasadas y Lectura de Registros Akashicos, Formadora de Lectores de Registros, Canalizadora, dedicada a la Investigacion Cosmica de Fenomenos Extraterrestres.
miércoles, 31 de julio de 2013
Los temibles guerreros de las ciudades mayas
Los ejércitos mayas guerreaban contra sus vecinos con el fin de capturar numerosos prisioneros para honrar a sus dioses
Por Isabel Bueno. Doctora en Historia, Historia NG nº 111
Hasta mediados del siglo XX se pensaba que los mayas, antes de la conquista española, fueron un pueblo totalmente pacífico, cuyos gobernantes no tenían más ocupación que estudiar el firmamento y elaborar complejos calendarios. Esta visión cambió radicalmente tras el descubrimiento, en 1946, de las pinturas murales de Bonampak, en Chiapas (México), en las que se representaba una violentísima batalla donde no faltaban torturas y cabezas cercenadas. Esta escena mostró al mundo que la sociedad maya estaba envuelta en implacables y sangrientas luchas, que se practicaban sacrificios humanos, que se torturaba a los prisioneros y que se exhibían orgullosamente sus cabezas como trofeos de guerra.
En esos mismos años, dos investigadores, Tatiana Proskouriakoff y Heinrich Berlin, descifraron la escritura maya, formada por símbolos o glifos. Así se pudo comprobar que los personajes representados en las estelas y otras obras artísticas no eran dioses envueltos en luchas cósmicas, sino férreos gobernantes que alcanzaron el poder con el uso de la fuerza. En muchos casos se añadían registros de conflictos bélicos que cada vez eran más intensos y continuos, sobre todo en las principales ciudades: Bonampak, Yaxchilán y Piedras Negras, cuyo arte se volvió eminentemente militar. En estos glifos se registraba la fecha de la guerra y el nombre del vencedor; también se hacía constar el rango y nombre del cautivo y algunas veces se añadía el número total de prisioneros. Todos estos hallazgos no dejaban lugar a la duda: la guerra formaba parte de la realidad cotidiana de los antiguos mayas.
Nobles y mercenarios
Hoy sabemos que cada ciudad tenía sus hombres listos para combatir. Eran sobre todo nobles, los mejor adiestrados y que podían disponer de un equipamiento más completo. El militar de más alto rango era elnacóm, que se elegía entre los mejores por un período de tres años. Además de dirigir las tropas, también actuaba como sacerdote castrense.
El batab, el segundo mando en importancia, recibía y transmitía las órdenes del nacóm en el campo de batalla. Los guerreros especialmente valientes eran los holcattes, que se distinguían del resto de la tropa porque se pintaban la cara y el cuerpo de negro y se peinaban de forma que su aspecto fuera aterrador. En los ejércitos mayas no faltaba la presencia de mercenarios, generalmente de origen mexicano, que alquilaban sus servicios al mejor postor. Cuando elnacóm moría en la batalla o se le capturaba, la guerra se daba por terminada y los vencedores volvían a la ciudad con sus prisioneros vivos y con las cabezas de los muertos colgadas de sus cinturones.
Las campañas militares se desarrollaban fuera del tiempo de cosecha y cuando lo permitía la estación del año. Además, debían adaptarse a la compleja orografía de la región, siguiendo los sacbeob o caminos trazados previamente. Los mayas podían atacar también por los ríos y el mar, aprovechando el complejo sistema de navegación comercial fluvial y costera, que comprendía la región del golfo de México y pasaba por la península del Yucatán hasta llegar al golfo de Honduras. Las batallas acuáticas están representadas en el templo de los Guerreros de Chichén Itzá. En una de las escenas, los guerreros desembarcan, atacan un poblado y hacen gran número de prisioneros, que se representan desnudos y maniatados en señal de humillación.
En otra de las escenas, el conflicto se desarrolla íntegramente en el mar, puesto que aparecen dibujados tiburones y manta rayas. Estos guerreros «marinos» llevan el pelo teñido de amarillo y adornado con cuentas de jade.
Las escenas de Chichén Itzá muestran que el conflicto concluía con el sacrificio de uno de los prisioneros, recostado sobre la piedra de sacrificios para extraerle el corazón. Pero no siempre se ejecutaba a todos los enemigos capturados; hay testimonios epigráficos de que a algunos reyes se les perdonó la vida tras humillarlos públicamente, en una ceremonia llamada na’waj en la que se exhibía a todos los cautivos. Así se les representa en estelas o relieves localizados en lugares políticamente dependientes del reino vencedor.
Parafernalia de combate
Los guerreros mayas fabricaban las armas con madera, piedra, cuchillas de pedernal y obsidiana. Con estos materiales hacían lanzas de diferentes largos y hachas de piedra y obsidiana que recibían el nombre genérico de b’aj. Además estaban las jul o armas de tipo arrojadizo, como las cerbatanas, jabalinas y hondas. Por influencia del centro de México, se incorporaron el atlatl o lanzadardos, que en lengua maya se denominó jatz’om, además del arco y las flechas que, según algunos investigadores, también fueron introducidos por mercenarios mexicanos durante el período Posclásico (900-1521 d.C.) o por los mayas chontales durante el Clásico Terminal (800-900 d.C.). Sin embargo, el arma preferida de los mayas clásicos fue la lanza con punta bifacial de obsidiana. En el armamento tampoco faltaban avisperos, que utilizaban como bombas para dispersar al enemigo y atacarle con mayor facilidad.
Para protegerse, los guerreros empleaban escudos largos y flexibles y otros redondos, más rígidos y pequeños. También vestían armaduras de algodón endurecidas con sal, transpirables, ligeras y adecuadas para el armamento que utilizaban. Esta protección se completaba con espinilleras y cubrebrazos de cuero. Los guerreros de alto rango se engalanaban además con sofisticados y vistosos tocados de plumas y pectorales de concha, caparazones de tortugas y piedras preciosas.
Cada unidad de combate tenía un estandarte o tok’ pakal distintivo, que servía para indicar el inicio del ataque, la retirada y la reorganización y también para transmitir algunas instrucciones tácticas. Esta divisa adoptaba distintas formas y llevaba los colores y emblemas del ajaw o gobernante. Era normalmente muy llamativo y con un vivo colorido, y se le añadían plumas, tiras de papel y pieles de animales teñidas para hacerlo bien visible en el fragor de la batalla.
Ciudades enfrentadas
Cuando el gobernante declaraba la guerra reunía a todos los hombres en la plaza pública y cada unidad se colocaba tras su estandarte para iniciar la marcha hacia el objetivo. Presidiendo la comitiva iba la imagen del dios tutelar, ante el que previamente se habían realizado los ritos propiciatorios necesarios para conocer el día más favorable para ir a la guerra.
La batalla se iniciaba al amanecer. Con grandes alaridos, los guerreros se lanzaban a la lucha al son de flautas, tambores y caracolas. Tras la victoria regresaban a la ciudad con los prisioneros vivos, a los que se preparaba para las ceremonias públicas en las que se sacrificaba, generalmente, a los guerreros de alto rango. El gobernante vencido solía salvar la vida, aunque quedaba como vasallo del vencedor. El resto de los prisioneros del pueblo llano eran esclavizados y a los que morían en la batalla se les cercenaba la cabeza para conservarla como trofeo.
Iconografía, arqueología y epigrafía evidencian que ya durante el período Preclásico (1400 a.C.-50 d.C.), pero sobre todo desde el Clásico Tardío (600-800 d.C.), los conflictos entre las ciudades mayas se incrementaron como si se tratara de una enfermedad contagiosa. Una tras otra, las ciudades mayas fueron desapareciendo casi a la vez: en el año 792, Bonampak; en 795, Piedras Negras; en 799, Palenque, y en 808, Yaxchilán. Todas estas fechas señalan conflictos bélicos, de los que quedan numerosos indicios. Los arqueólogos han encontrado en Yaxchilán, Dos Pilas o Aguateca zonas con un elevadísimo número de puntas de proyectiles que dan fe de que fueron el escenario de cruentas batallas. No hay duda, pues, de que la guerra constituía una parte esencial de la sociedad maya y ésta tuvo mucho que ver con lo que se ha venido en denominar el colapso maya.
Atapuerca, la cuna de los humanos más antiguos de Europa
En Atapuerca, cerca de Burgos, se han descubierto importantes restos fósiles, entre ellos los del Homo antecessor, una nueva especie humana
Por Daniel Casado Rigalt. Universidad a Distancia de Madrid, Historia NG nº 110
En 1895, una compañía británica inició la construcción de una línea ferroviaria para transportar hierro y carbón desde las minas del norte de Burgos hasta las fábricas de Vizcaya. En un momento dado, el director de la empresa, un ingeniero llamado Richard Preece, modificó el proyecto inicial para que pasara por un lugar rico en piedra caliza, en las estribaciones de la sierra de Atapuerca. Preece derribó montañas, trinchó lomas, arrasó árboles y encajó rieles para que circulase el tren minero, y así, sin proponérselo, dejó al descubierto el conjunto de yacimientos paleontológicos más importante de Europa. Hoy el lugar se conoce como la Trinchera del Ferrocarril, un surco de un kilómetro de longitud al que se abren varias cuevas trufadas de restos óseos humanos y animales: Sima del Elefante, Galería y Gran Dolina, hoy visitables por el público, y Cueva Mayor, compuesta por Portalón, Sima de los Huesos y Galería del Sílex, y Mirador, la más alejada; a éstas sólo pueden acceder los investigadores.
Los precursores
La empresa de Preece fue un fracaso, pero cuando el ferrocarril se cerró, en 1911, pronto emergieron, entre un paisaje fantasma de puentes, taludes y túneles abandonados, numerosos restos fósiles que atrajeron a ilustres prehistoriadores como Hugo Obermaier y Henry Breuil. Sin embargo, ese interés se fue disipando y en la década de 1950 la Trinchera del Ferrocarril fue transformada en cantera. Pasados unos años, en 1964, fue cuando el profesor Francisco Jordá emprendió las primeras excavaciones arqueológicas en la Trinchera de Ferrocarril, labor que continuó en los años setenta y ochenta el prestigioso paleontólogo Emiliano Aguirre, todo un referente en la crónica atapuerquense. Con Aguirre se sentaron las bases de la investigación en Atapuerca y con él echó a andar el primer proyecto. Pero la era dorada de Atapuerca llegó en los años noventa, cuando Emiliano Aguirre entregó el testigo a un equipo liderado por Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro.
El paraíso de los huesos
El nuevo equipo de Atapuerca elevó los yacimientos de la sierra burgalesa a categoría mundial. Siempre a golpe de descubrimiento. Fue en el año 1992 cuando los responsables de Atapuerca dejaron de ser anónimos. En aquel verano de buenos presagios –con los focos de medio mundo apuntando a los Juegos Olímpicos de Barcelona– una de las cuevas de Atapuerca, la Sima de los Huesos, devolvió un rompecabezas óseo que acabó dando forma a dos cráneos de aspecto arcaico. Para los científicos eran el «cráneo número 4» y el «cráneo número 5»; popularmente serían conocidos como Agamenón y Miguelón, en homenaje al segundo tour de Miguel Indurain. A partir de Miguelón pudo reconstruirse el cuerpo de un homínido (Homo heidelbergensis) relativamente parecido a nosotros, de 300.000 años de antigüedad. Atapuerca volvió a ser primicia en 1994, cuando una pelvis masculina fósil fue recuperada de las entrañas de la Sima de los Huesos en pleno verano. Elvis, como fue bautizada para hacerla más familiar al público, pertenece también a un Homo heidelbergensis, como Miguelón y Agamenón.
El memorial de hallazgos de la Sima de los Huesos se completó en el año 1998 con Excalibur, un hacha de mano excepcional, en cuarcita, que representa el utillaje de los humanos que habitaron la sierra en el Paleolítico
Un nuevo humano
Otra de las joyas de Atapuerca es la Gran Dolina, uno de los tres yacimientos revelados tras el fiasco ferroviario de Richard Preece. Comprende veinte metros de rellenos sedimentarios del Pleistoceno (etapa geológica que acabó en el 10.000 a.C.) con las claves paleontológicas esenciales para comprender la evolución humana. Su excavación comenzó en 1981, pero el día grabado con letras de oro en la Gran Dolina es el 8 de julio de 1994. En esa fecha vieron la luz restos humanos con 800.000 años de antigüedad en el bautizado como «estrato Aurora»: otro guiño a la complicidad divulgativa. El citado estrato se ha revelado como un verdadero filón. Miles de años se compactaron aquí hasta acumular cientos de herramientas de piedra, fósiles humanos y restos óseos de vertebrados, entre los que destaca una nueva especie de oso bautizada como Ursus dolinensis.
Tres años después, tras una exhaustiva revisión de los restos extraídos del «estrato Aurora», la especie humana contaba con un nuevo miembro en su árbol genealógico: el Homo antececessor.Aquellos huesos enterrados en la arena son hoy en día uno de los mayores reclamos de Atapuerca por lo que representan: el homínido europeo más antiguo que se conoce.
Siguen los hallazgos
Otros fósiles de interés aparecieron en la Sima del Elefante, donde en 2008 se descubrieron restos de una especie todavía por definir, además de las herramientas de piedra más antiguas de toda la sierra. Entre los hallazgos más recientes cabe citar una mandíbula humana descubierta en el nivel 9 de la Sima del Elefante, en el año 2011. Aunque todavía está en proceso de estudio, todo hace indicar que pertenece al género Homo sapiens.
Las noticias sobre Atapuerca no cesan. La trascendencia de los hallazgos justifica la gran repercusión mediática que acompaña cada descubrimiento. Desde el año 2000, Atapuerca es Patrimonio de la Humanidad. Sin duda, es la cuna de la prehistoria europea, todo un «parque temático» de la ciencia prehistórica sin parangón al otro lado de los Pirineos.
Para saber más
Atapuerca, perdidos en la colina. E. Carbonell. Destino, Barcelona, 2004.
Atapuerca y la evolución humana. J. L. Arsuaga e I. Martínez. Madrid, Scientific Films, 2009.
publico nationalgeographic
Restos de una dakhma
o torre del silencio, cerca de Yazd, Irán.
Foto: Justyna Meielnikiewicz
Irán— Unos visitantes observan los restos de una dakhma, o torre del silencio, cerca de Yazd. Según la tradición zoroastrista, los cadáveres debían depositarse en estas construcciones funerarias circulares para evitar su contaminación y permitir que los buitres y los elementos los purificasen.
nationalgeographic
jaguares salvajes consumen ingredientes de ayahuasca
¿las tribus aprendieron a prepararla observándolos?
Como puede verse en el video anterior, el jaguar de la selva peruana ingiere hojas de la Banisteriopsis caapi, una poderosa planta de poder que los chamanes de la región han utilizado durante siglos como ingrediente de la mezcla sagrada ayahuasca. Las hojas de esta planta contienen harmina, un poderoso inhibidor de la oxidasa de monoamina que permite al DMT (Psychotria viridis) de la mezcla de ayahuasca generar sus famosos efectos.
Es difícil decir en qué medida o con qué fin el jaguar utiliza las hojas de caapi, ya que en ellas no hay DMT, aunque se sabe que los alcaloides de la planta contienen “telepatina”, según el nombre que le fue dado al compuesto en los primeros estudios sobre el tema, porque los miembros de las tribus de la selva creen que les permite comunicarse telepáticamente unos con otros.
Sin embargo, el video es interesante porque permite construir la hipótesis de que las tribus de la selva mezclaron los alcaloides de la harmina –imitando el comportamiento de los jaguares– con otras sustancias de entre las millones de combinaciones posibles en este lugar. El estudio de este fenómeno se conoce como Zoopharmacognosy en inglés.
Podríamos añadir que el jaguar es uno de los tres animales sagrados para muchas culturas de América: el animal del presente, de la atención consciente, que se asemeja a la narrativa de caza que los pueblos indígenas asocian con el jaguar (siendo los otros dos animales la serpiente, moradora del inframundo, y el cóndor, el que acaricia el sol y las alturas del espíritu con su vuelo triunfante.)
Estudios como el del psiquiatra chileno Claudio Naranjo con harmalina (otro alcaloide de la ayahuasca) permiten incluso suponer cierta relación entre el consumo de la sustancia y las visiones de grandes gatos. En su experimento, Naranjo administró harmalina a 35 voluntarios –hombres blancos de procedencia urbana– sin mencionarles de qué sustancia se trataba ni los efectos esperados. Naranjo se sorprendió al ver que siete de los sujetos afirmaron haber tenido visiones de tigres, leopardos y jaguares a pesar de que estos no constituyen parte de la fauna autóctona de Chile, dejando lugar para mayores suposiciones.
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Diez teorías que explican por qué soñamos
Desde la neorociencia hasta la psicología y la literatura, las disciplinas han tratado de explicar por qué es que soñamos. Y aunque la respuesta siga siendo un misterio, aquí hay diez interesantes teorías
Al estudio de los sueños se le llama onirología, y es un campo que abarca desde la neurociencia hasta la psicología y la literatura. Sin embargo, el hecho es que las razones por las que soñamos siguen siendo misteriosas. Pero los científicos ciertamente no se han detenido por esto, ofreciéndonos hipótesis bastante fascinantes. Aquí hay diez de ellas.
1. Satisfacción de deseos
Uno de los primeros esfuerzos por estudiar científicamente los sueños fue liderado por Sigmund Freud. Después de analizar los sueños de cientos de sus pacientes, llegó a una teoría que aun resuena con muchos investigadores actuales: los sueños son la satisfacción de deseos. Cualquier sueño, sin importar lo aterrador que sea, puede verse como una manera de tener algo que quieres, ya sea literal o metafóricamente.
2. Un efecto secundario accidental de impulsos neuronales aleatorios
Una popular escuela de pensamiento sostiene que los sueños son sólo una especie de flatulencia del cerebro; un efecto secundario accidental de circuitos activados del tronco cerebral y la simulación del sistema límbico involucrado con las emociones, las sensaciones y las memorias. En pocas palabras, el cerebro trata de interpretar estas señales azarosas, resultando en sueños.
3. Codificando recuerdos de corto plazo para convertirlos en un almacenamiento a largo plazo
El psiquiatra Jie Zhang propuso la teoría de activación continua de los sueños, que se refiere a la idea de que nuestros cerebros siempre están almacenando recuerdos sin importar si estamos dormidos o despiertos. Pero los sueños son un área de la conciencia que es una especie de “almacén temporal”, un lugar donde retenemos a los recuerdos antes de moverlos de un almacén de corto plazo a uno de largo plazo. Relampaguean por nuestra mente como sueños antes de que los guardemos en los archivos de nuestra memoria.
4. Colección de desperdicio
Llamada la teoría de aprendizaje invertido, esta idea sugiere que soñamos para deshacernos de conexiones y asociaciones indeseadas que se acumulan en nuestra mente durante el día. Básicamente, los sueños son mecanismos de recolección de basura, limpiando nuestra mente de pensamientos inútiles y haciendo espacio para mejores cosas. Los sueños nos ayudan a eliminar la sobrecarga de información de la vida diaria y retener sólo la data más importante. Esencialmente, soñamos para olvidar.
5. Consolidar lo que hemos aprendido
Esta teoría sugiere, más bien, que soñamos para recordar, no para olvidar. Esta basada en varios estudios que muestran que las personas recuerdan mejor lo que han aprendido si sueñan después de haber aprendido algo. Esta teoría también está reforzada en estudios sobre el trauma, que sugieren que cuando la gente se va a dormir inmediatamente después de una experiencia traumática tienen más probabilidad de recordar y estar acechados por el trauma. Así que una forma de prevenir la consumación del evento traumático es quedarse despierto lo más que se pueda y hablar sobre ello.
6. Una consecuencia evolutiva del mecanismo de defensa de “hacerse el muerto”
Basada en estudios que revelaron fuertes similitudes entre animales que se hacen los muertos y personas que están soñando, esta teoría sugiere que soñar puede estar relacionado con un antiguo mecanismo de defesa: inmovilidad tónica, o jugar al muerto. Cuando sueñas, tu cerebro se comporta muy parecido a cuando estas despierto, con una diferencia crucial: los químicos como la dopamina asociados con movimiento y activación del cuerpo se cierran por completo. Esto es similar a lo que pasa con animales que se someten a una parálisis temporal para engañar a sus enemigos y hacerlos pensar que han muerto.
7. Simulación de amenaza
Otra teoría evolucionaria de los sueños, desarrollada por el filósofo neurocientífico Antti Revonusuo, en Finlandia, sugiere que “la función biológica de soñar es simular eventos amenazadores y ensayar la percepción y evasión de amenazas”. Como resultado, la gente que sueña con peligro sobrevivirá más tiempo. Lamentablemente esta teoría no explica el sueño recurrente comer pastel con helado.
8. Resolución de problemas
El investigador de Harvard Deidre Barrett sugiere que los sueños son una especie de teatro en el cual somos capaces de resolver problemas más efectivamente que cuando estamos despiertos, en parte porque la mente soñante hace conexiones más rápido que la mente despierta.
9. Darwinismo onírico
El psicólogo Mark Blechner dice que la razón por la que soñamos es para crear nuevas ideas de generación pseudoaleatoria, que pueden ser retenidas si se consideran útiles. Los sueños introducen variaciones útiles a la vida psíquica y a las narrativas internas. Producen “mutaciones de pensamiento”. Nuestras mentes pueden así seleccionar de entre estas mutaciones y variaciones para producir nuevos tipos de pensamiento, imaginación, autoconsciencia y otras funciones psíquicas.
10. Procesar emociones dolorosas con asociaciones simbólicas
Un nuevo modelo de sueños sugiere que el proceso es más parecido a la terapia que a la evolución. No estamos seleccionando agresivamente la idea más adaptable, sino revisando esas ideas y emociones y organizándolas en un contexto psicológico más grande. Frecuentemente nuestro cerebro hace esto al asociar una emoción con un símbolo. Se especula que este tipo de asociación entre emoción y símbolo ayuda a “amarrar” las emociones y tejerlas en nuestra historia personal.
Ultimadamente, esta teoría nos regresa al componente narrativo de los sueños. Tendemos a usar ideas e imágenes bizarras para hacer sentido de los eventos del día. No hay duda de que nuestros sueños juegan un papel importante en nuestro proceso de pensamiento; sin embargo la pregunta permanece: ¿por qué realmente soñamos?
pijamasurf
El nuevo aireal te permite sentir objetos fantasma flotando en el aire
Una nueva invención de Disney te permitirá, no sólo interactuar con objetos virtuales, sino sentirlos también.
La realidad aumentada, como el juego Kinect, es ya la más revolucionaria de las
relaciones
humano-máquina. Permite a los usuarios interactuar con la consola
sin necesidad de un controlador
o un contacto físico. Sin embargo, la experiencia carecía de un factor
muy importante:
la sensación física de lo que estabas representando. Pues ahora ya es posible.
Aireal es el resultado de una investigación realizada por el estudiante de
doctorado de
Universidad de Illinois Rajinder Sodhi y el investigador de
Disney Ivan Poupyrev.
Cuando lo conectas a tu televisión o a tu iPad, este aparato diminuto soplará aros
de aire que te permiten realmente sentir los objetos y texturas
a la mitad del aire (sin necesidad de controladores especiales ni guantes).
Así, las gráficas interactivas se han expandido hacia el mundo real. Imagina que
estás viendo la película deLos pájaros, de Hitchcock, y pudieras sentir el aleteo
de éstos en todo tu cuerpo. Cuán más aterrador y fascinante sería la experiencia.
Aerial, en la práctica, puede hacerte sentir esto y muchas otras cosas como
presionar un botón en el aire, acariciar terrenos rocosos, arenosos, suaves;
sentir a una mariposa parada en tu mano… El único problema que enfrentan los
creadores es el ya conocido “desfase” en la interface de usuario. La tecnología
aún no ha llegado a empatar perfectamente la latencia (tiempo que transcurre entre
un estímulo y la repuesta que produce) para que nuestra experiencia de realidad
aumentada sea absolutamente verosímil. Pero evidentemente, con esta nueva
aportación de Disney, no falta mucho para que eso suceda.
Por lo pronto podemos sentir el aleteo de pájaros fantasma y
acariciar montañas desde nuestra casa
Aquí el video que explica cómo funciona Aireal (en inglés).
Vía Fastcodesign
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