EL TODO

Para poder comprender cómo actúan las Leyes del Universo es necesario tener una visión nueva y completa de qué es y de dónde procede lo que llamamos “universo”.

Todo en el universo cambia, se mueve, fluye y refluye, se crea y se destruye. Y todo este perpetuo cambio es la manifestación de un Poder, de una Realidad Substancial de la que todo procede.

“Más allá del cosmos, del tiempo, del espacio, de todo cuanto se mueve y cambia, se halla la Realidad Substancial, la Verdad Fundamental.”

A esa Realidad Substancial que todo impregna y de la que toda manifestación procede, podemos darle el nombre hermético de El Todo.

La naturaleza íntima de El Todo es incognoscible, pues nadie, excepción hecha del mismo Todo, puede comprender su naturaleza y su Ser.

Nada puede existir fuera de El Todo.

Es infinito en el espacio, pues nada puede definirlo o limitarlo.

Es infinito en el tiempo, es decir, eterno.

Es absoluto, no está sujeto a ningún poder, pues no hay otro que el suyo.

Es inmutable, siempre ha sido y siempre será.

Es Mente Viviente Infinita.

Es la Energía Infinita y Eterna de la cual proceden todas las cosas.

“Todas las cosa están en El Todo, y El Todo está en todas las cosas.”

El Universo es una creación mental sostenida en la mente de El Todo. De Él todas las cosas proceden, la mente infinita de El Todo es la matriz del universo. Es la sustancia que subyace en todas las manifestaciones del universo.

Todo en el Universo está sujeto a Sus leyes. Estas leyes regirán mientras exista el Universo, porque éste existe en virtud de estas leyes, que constituyen la estructura que lo sostiene y lo cohesiona. Nada escapa a las Leyes del Universo, todo está sujeto a ellas.

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