La maloca es un espacio sagrado concebido como el Vientre de formación del ser, Mujer de Sabiduría o casa del Universo, también llamada Cansa María, Unguma, Chumsuá, Bohío, Tambo, etc., según sea la denominación dada a este espacio ritual por cada etnia, cultura o Pueblo Indígena. Toda Maloca es construida por la minga de la comunidad y representa la vida misma. Allí, en extrema sencillez, en perfecta orientación cardinal, a través de los elementos rituales masculinos y femeninos (el FUEGO, el AMBIL-esencia natural de tabaco y sal vegetal-, el MAMBE -hoja de coca molida-, la CAGUANA y MANIKUERA, -almidón de yuca dulce o brava con frutas-, el CASABE-tortilla de yuca dulce-, el TICUPI y CAPARAMA–ají tradicional-y el MANÍ), se recrea cotidianamente el orden del cosmos. En la Maloca se reúnen todas las noches los Caciques, Ancianos, Curacas, Gobernadores, Sabedores, mujeres, niños, jóvenes y adultos, la comunidad en general. En ella se recrea la palabra de vida y unidad, el consejo espiritual, la palabra dulce que es el mismo Padre-Madre (cosmos-tierra). Este acto de vida, o mambeo de la palabra, es el espacio-tiempo donde la comunidad se expresa y entre todos se desdeña la envidia, la maldad, el engaño, los celos, los malos pensamientos, la mala palabra, todo aquello que cause malestar y desarmonía en la convivencia y el entorno.
En la Maloca se limpia colectivamente el corazón y se libera el espíritu; se transmiten oralmente las historias, mitos, ritos, usos y costumbres se ofrece consejo a los niños, jóvenes y adultos; se enseña la forma de trabajar la chagra (huerta), la lengua materna, la caza, las artesanías; se analiza y se reflexiona acerca de los aspectos positivos y negativos del trabajo de cada día; se planifica, se organiza y se comparte la sabiduría; se sana el cuerpo, la mente y el espíritu de las personas y del medio ambiente; se legisla y se imparte justicia restaurativa.
En su parte estructural, las columnas y vigas –representan el esqueleto de la Madre Ancestral, construida con madera de eucalipto (del Jardín Botánico), los amarres son de bejuco Yaré (Venas de la Madre Ancestral) traído del amazonas; la palma real (Piel de la Madre Ancestral) utilizada para la cubierta traída del Guamo, Tolima. Tradicionalmente la Maloca no se concibe sin su dueño o Autoridad Espiritual, quien adquiere esa dignidad por herencia de su linaje, experiencia en el manejo del conocimiento ancestral, comunicación directa con los espíritus del territorio y ejemplo de vida familiar y social. De tal modo que la comunidad sabe que lo ofrecido por la Autoridad Espiritual, está siempre a disposición de toda persona que se acerque a su Maloca.
Publico:elcuernodefuego.blogspot.com
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