por Alena Persaldi
El estudio y la experiencia práctica del espacio entre vidas, nos dice que es el intervalo entre una y otra encarnación, expresión ésta similar a otras que nos hablan de "vida después de la muerte".
En algunas aplicaciones regresivas, las personas van relatando en sus experiencias que éstas no se diferencian en su escencia con actitudes que tenían en vida fisica, como así otros comentan de no haber aprendido en este período, ninguna sabiduría especial que modificara su estado o su forma de pensar.
En esto se puede comprobar que los individuos que sufren de una muerte repentina, no demuestran modificaciones en sus voluntades o tendencias, pero si se sienten aliviados con la liberación, o el desconectarse de su cuerpo, todo esto en un primer momento, luego paulatinamente se van habituando a su nuevo estado que es espiritual y los obliga a manifestarse sin tener su materia (cuerpo físico).
Aca hay que hacer un aparte con los que tuvieron una previa muerte clínica (no traumática), éstos comentan su ingreso (no en todos los casos), por un túnel y su posterior continuar entre vidas, acompañados de seres de esta última vida ya fallecidos y a veces de otras, reconocidos más por su vibración emocional que por sus rostros, así se comprueba que la vida después de la muerte, no es tan diferente de la "vida dentro del cuerpo", lo que nos da la pauta (que no modificará de inmediato sus tendencias, miedos o precupaciones, sino que paulatinamente irá modificando o tomando conciencia de las mismas en su transitorio estado.
Se debe comprender que el espacio entre vidas no es precisamente el adecuado para arreglar definitivamente los miedos, traumas y otros problemas, sino considerar que los cambios de comportamiento son operados en la vida con un cuerpo físico, o sea el actual.
Todas estas comprobaciones han sido estudiadas realizando regresiones llevadas únicamente al espacio vivido por el espíritu antes de volver a encarnar.
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