Los chamanes son
aquellos hombres que tienen la capacidad de trascender la simple
realidad cotidiana y volar a otros mundos; moverse entre otras
realidades. Así en las culturas de la América Precolombina el chaman
podía tanto volar a los cielos, como al inframundo, o convertirse en
animal, o en una fuerza de la naturaleza, como el rayo. Entre estas
transformaciones una de las mas importantes era la transformación del
hombre en jaguar.
El jaguar, el
animal mas poderoso de América, con su impronta de fuerza, misterio y
habilidad para ver en las sombras y volverse invisible entre el follaje
de la selva, fascinó siempre a los pueblos que estaban en contacto con
él; al punto de buscar la forma de asimilar su poder; y la manera mas
directa de adquirir estos atributos era convirtiéndose en él.
El
Hombre - Jaguar es el que "ve lo que no se ve", desvelando las sombras,
es un depredador que cuida la entrada al mundo mágico, al cual el
iniciado pretende penetrar.
Entre los mayas
la transformación del hombre en jaguar era un práctica chamánica muy
fuerte que aun perdura en algunas comunidades indígenas, paralelo a la
idea del "tonal"(el compañero animal de cada hombre); aunque diferente;
ya que la transformación chamánica requiere poder, un poder sobrenatural
que pocos elegidos poseen.
La integración
del animal con el humano es expresión y símbolo de un poder que
trasciende lo meramente humano para conectarse con lo sobrenatural . El
jaguar así nacido es un animal mágico que no puede ser destruido por las
contingencias naturales.
Así en las
diferentes visiones de los pueblos de la América Precolombina, se erige
como una constante la mítica presencia del Hombre-Jaguar, en donde no
es sólo el poder del jaguar el que potencia al hombre, sino también es
la presencia humana la que diviniza al jaguar, de modo tal que el mero
animal se transforma en ser sobrenatural de garras desmesuradas y
feroces e irreales colmillos.
Son garras que
visibilizan el poder que abre las puertas que separan este mundo del
mundo de los dioses y son colmillos que desgarran hasta el
despojamiento la carne del iniciado, hasta devorar el espíritu y
transportarlo a otro lugar.
Una vez allí se transforma en guía y regresa a su manifestación antropomorfa.
Fuente: Aprendiendo Vida
link:el cuerno de fuego
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