jueves, 8 de diciembre de 2011

Avances en la detección de daño cerebral en bebés


Extraído de: www.mancia.org


El doctor Eduard Gratacós lidera al grupo de investigación del Hospital Clínic. Su proyecto fue financiado por la obra social La Caixa con 1,2 millones de euros y comenzó en enero del corriente 2011. Ya finalizando el año, los profesionales han demostrado por primera vez que es posible inventar predictores individuales de desarrollo cerebral anómalo en bebés estudiando las conexiones cerebrales.

Estos biomarcadores de imagen pueden predecir un problema neurológico que afecta a una gran cantidad de niños. Se estima que entre un 10 y 12% tienen problemas de desarrollo neurológico, y que en el 70% de los casos el daño cerebral fue producto de una insuficiencia placentaria. De estos, un 30-50% presenta un desarrollo anormal en la infancia.

La detección precoz y el tratamiento antes de los dos años son esenciales para evitar problemas de aprendizaje y desarrollo cerebral. Con esta nueva técnica de diagnóstico del campo de la medicina y la cirugía fetal, se abre la posibilidad de la detección precoz de otros problemas durante el periodo de gestación o el desarrollo de enfermedades fetales.

La técnica ha conseguido desarrollar biomarcadores que predicen un desarrollo cerebral anómalo mediante el estudio de las conexiones cerebrales. Para este fin hay que combinar diversas tecnologías. En principio, se modificaron técnicas de resonancia magnética desarrolladas para adultos en primer lugar, que luego se adaptaron para ser aplicadas en niños de un año. Así, se delimitaron las conexiones cerebrales de los infantes.

En segundo lugar el reto era interpretar cuáles son las diferencias entre las millones de conexiones cerebrales. En vistas a este fin los investigadores emplearon métodos basados en teoría de grafos, desarrollados para entender la organización de redes complejas.
Así es como lograron identificar grupos de conexiones cerebrales que eran diferentes en los niños con retraso de crecimiento. Por último, se demostró que estas conexiones permitían predecir los resultados anómalos en los test de neurodesarrollo a los dos años de vida.

Si bien se trata de resultados preliminares que necesitan ser desarrollados, es también una puerta que se abre a poder disponer de estos avances en la práctica clínica dentro de pocos años, ya que los estudios se efectuaron ya en niños de un año y próximamente se hará el intento en recién nacidos.



Agustina Jazmín
agustina.jazmin@mancia.org

Fuentes

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