A lo largo de la historia los vampiros han sembrado el terror en todas partes del mundo. En el afán de proteger a la humanidad, muchas personas han profanado los cuerpos ya muertos de supuestas personas sospechosas de ser vampiros, que en ocasiones los antiguos cazadores de vampiros eliminaron e incendiaron los corazones de sus seres más queridos. Según la ciencia, los vampiros existen realmente, pero añadiendo sus propios matices, como que los vampiros en la actualidad son adictos a beber sangre humana.
Según informó NBC News el 8 de febrero, un hombre casado de 23 años de edad, cuyo nombre y ciudad natal no fueron revelados, residente en Turquía es en realidad un vampiro debido a su adicción a la sangre que le es tan esencial como respirar, ya que si no se alimenta experimenta compulsiones. Al parecer comenzó cortándose sus propios brazos, el pecho y el vientre con hojas de afeitar, dejando que las gotas de sangre se vertieran en un vaso para después beberla. Según informaron las fuentes oficiales:
“El hombre fue detenido en varias ocasiones después de apuñalar y morder a otros para “sacarles” y beber su sangre. Al parecer, incluso su padre le buscaba bolsas de la horrible bebida en los bancos de sangre. Debido a las extrañas situaciones que le han sucedido en su vida sugieren que es realmente un “monstruo”. Si no consigue sangre fresca entonces recurre a otras fuentes.”
El vampiro de Turquía no sólo es adicto a la sangre, también muestra múltiples personalidades. Según explicaron diversos testigos, en muchas ocasiones el hombre se le había visto hablando con él mismo, y además decía que era atormentado por“diversas entidades” que le obligaban a llevar a cabo actos violentos y suicidas. También tenía pérdidas de memoria en su vida cotidiana y en muchas ocasiones viajaba a lugares desconocidos para él, sin tener ningún conocimiento de cómo llegó hasta allí. Antes de convertirse en vampiro, el joven pasó por algunos acontecimientos traumáticos. Su hija murió con tan sólo 4 meses de edad, su tío fue asesinado y fue testigo de otro asesinato donde la cabeza y el pene de la víctima fueron cortados.
El vampirismo según la ciencia
En el artículo “Las enfermedades mentales en entredicho” explicábamos la facilidad de la ciencia para dictaminar casos como este. En este caso, los médicos dirigidos por Direnc Sakarya del Hospital Militar de Denizli en el suroeste de Turquía, diagnosticó al hombre con trastorno de identidad disociativo, depresión crónica y alcoholismo. Pero aparte de su terminología médica, los médicos afirmaron estar sorprendidos dado que el hombre era el primer paciente que trataban con los síntomas de “vampirismo”. En el informe médico los doctores teorizaron sobre su comportamiento:
“Posiblemente debido al “cambio” a otro estado de personalidad, fue perdiendo la realidad durante los “sangrientos” acontecimientos. No le importaba quién era la víctima, y en muchas ocasiones quedó amnésico en esa parte de su acto”, decía el informe.
Los doctores afirmaron que no tenían conocimiento sobre los orígenes de su comportamiento, pero según explicaron, el cuerpo humano no está bien adaptado para digerir la sangre. Mientras que pequeñas cantidades pueden ser inofensivas, cualquier persona que consuma sangre regularmente corre el riesgo de hemocromatosis o incluso la transmisión de enfermedades a través de la sangre bebida, siempre y cuando se trate de personas.
¿Posesiones demoníacas?
Muchos expertos en lo paranormal afirman que se puede tratar de un supuesto caso de posesión demoníaca En los trágicos acontecimientos vividos por las personas pueden ser puertas para la entrada de entidades de todo tipo, desde bajos astrales hasta los demonios más perversos del inframundo.
Vampiros reales a lo largo de la historia
A lo largo de la historia son muchas las personas que fueron consideradas verdaderos vampiros como:
Peter Plogojowitz: Este aldeano serbio fue acusado de vampirismo. El folclorista Paul Barber afirmó que Plogojowitz era el vampiro europeo por excelencia, porque su exhumación sigue de cerca el patrón más amplio de la superstición. Plogojowitz fue el primero en su pueblo de morir de una enfermedad y las posteriores muertes fueron atribuidas a sus depredaciones. En la autopsia se reveló lo que se consideraban signos del vampirismo:
“No se detectó el más mínimo olor característico de los muertos, y el cuerpo…estaba en perfecto estado de conservación. El pelo y la barba le habían crecido y la piel estaba totalmente rejuvenecida y además había sangre fresca en su boca”, según explico un testigo.
Arnold Paole: En el siglo XVIII, un aldeano serbio se rompió el cuello después de una caída de un carro. Fue acusado de vampirismo póstumo y exhumado después de una serie de muertes en su
pueblo ademas de la exhumación de sus supuestas víctimas. Las autoridades militares austríacas investigaron las muertes, donde su relato fue publicado y distribuido ampliamente.
Enriqueta Martí: Aterrorizó la Barcelona de 1912 en España. A los niños los secuestraba, los prostituía y los asesinaba para extraerles la sangre, el tuétano de los huesos, grasas y con ello elaboraba mágicas pociones para sus clientes de la alta burguesía. Enriqueta Martí falleció en la cárcel debido a un linchamiento por parte de sus compañeras de la prisión. Hubo cierta especulación sobre que antes de ser linchada Enriqueta ya estaba muerta debido a un envenenamiento por encargo. Pero la realidad es que en la actualidad aún se recuerda a Enriqueta Martí, la vampira de Barcelona.
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