En el mar de la vida eterna nos convertimos en nube, luego en gota, en el recorrido de esa gota aprendemos, trabajamos, investigamos, hasta volver nuevamente a unirnos al agua del mar de la vida eterna. Ese recorrido lo hemos hecho y lo haremos hasta que nuestro espíritu, encuentre en ese ir y venir el aprendizaje necesario para lograr su evolución. Justamente en ese camino de ida y vuelta todo es energía, aquella planta que cuidamos, aquella mascota que alimentamos, aquel árbol que protegemos, aquella piedra que recogemos y cuidamos, todo es energía y en nuestro camino eterno de la materia al espíritu, en cada partida y a cada llegada, nos están esperando, poco importa qué tipo de vida material han tenido en nuestro planeta, mineral, vegetal, o animal sus energías nos reconocerán y nos amarán, y si nuestro espíritu en su periodo entre vidas necesita fortalecerse, estarán ellos con su propia energía ayudándonos, y fortaleciéndonos, como lo hemos hecho nosotros cuando los teníamos a nuestro cuidado. Como verán, el mundo tiene magia y es hora de comenzar a convertirnos en mágicos seres encarnados para entrelazar todas esas energías en una sola palabra, AMOR.
Alena Persaldi, (Autora del Libro "El Jardin de los Recuerdos" (De mis vidas anteriores) Profesional en Ciencias Psicofisicas, Investigadora de Fenomenos Paranormales, Terapeuta en Regresion a Vidas Pasadas y Lectura de Registros Akashicos, Formadora de Lectores de Registros, Canalizadora, dedicada a la Investigacion Cosmica de Fenomenos Extraterrestres.
domingo, 22 de septiembre de 2013
EL MAR DE LA VIDA ETERNA, por Alena Persaldi
En el mar de la vida eterna nos convertimos en nube, luego en gota, en el recorrido de esa gota aprendemos, trabajamos, investigamos, hasta volver nuevamente a unirnos al agua del mar de la vida eterna. Ese recorrido lo hemos hecho y lo haremos hasta que nuestro espíritu, encuentre en ese ir y venir el aprendizaje necesario para lograr su evolución. Justamente en ese camino de ida y vuelta todo es energía, aquella planta que cuidamos, aquella mascota que alimentamos, aquel árbol que protegemos, aquella piedra que recogemos y cuidamos, todo es energía y en nuestro camino eterno de la materia al espíritu, en cada partida y a cada llegada, nos están esperando, poco importa qué tipo de vida material han tenido en nuestro planeta, mineral, vegetal, o animal sus energías nos reconocerán y nos amarán, y si nuestro espíritu en su periodo entre vidas necesita fortalecerse, estarán ellos con su propia energía ayudándonos, y fortaleciéndonos, como lo hemos hecho nosotros cuando los teníamos a nuestro cuidado. Como verán, el mundo tiene magia y es hora de comenzar a convertirnos en mágicos seres encarnados para entrelazar todas esas energías en una sola palabra, AMOR.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario