viernes, 6 de septiembre de 2013

El misterio de la tumba de Jesús de Nazareth

En el año 1980, durante los trabajos de construcción de unas viviendas, apareció en Talpiot, a las afueras de Jerusalén, algo inesperado...una tumba con varias inscripciones. En ella se encontraron diez osarios, seis de los cuales contaban con inscripciones de nombres. 



Desde entonces se ha investigado rigurosamente cada uno de estos osarios, la tumba y el terreno donde está ubicada. Se obtuvieron no hace mucho análisis de ADN de los osarios, descubriendo así parentescos familiares directos, por lo que se sabe científicamente que los restos humanos que estaban enterrados en estos osarios pertenecían a la misma familia.
Según los Evangelios, el cuerpo de Jesús, después de haber sido crucificado, fue bajado de la cruz envuelto en lienzos perfumados y llevado a una tumba familiar perteneciente a uno de sus discípulos, José de Arimatea. 


Las antiguas leyes judías, que siguen vigentes en la actualidad, establecen que los cadáveres tenían que ser inhumados en el suelo antes del atardecer del día del óbito. Las tumbas cavadas en roca eran y son consideradas sepulturas "en el suelo", dado que, en la mayor parte de Jerusalén, el lecho de roca se localiza a tan solo unos pocos centímetros por debajo de la superficie del suelo. 


Normalmente las tumbas de la época constaban de dos cámaras. En la primera cámara, la exterior, era depositado el cuerpo del difunto envuelto en un sudario blanco perfumado, y la segunda cámara era destinada para depositar, un año después de la muerte del difunto, sus huesos guardados en un osario.

El 28 de marzo de 1980 unos trabajadores de la construcción descubrieron la tumba de Talpiot al excavar los cimientos de un bloque de edificios en el este de Talpiot. Lo que se encontró fue la tumba excavada en roca de unos 2000 años de antigüedad que contenía  se encontraron nueve osarios (eran diez, pero uno desapareció. Fue robado y vendido en el mercado negro de antigüedades por algún saqueador de tumbas), de los que en seis de ellos aparecen tallados o rayados con un punzón u otro objeto punzante los siguientes nombres escritos en un lateral del osario: 

Yehshúah Bar Yoshef - (Jesús, hijo de José): Esta inscripción está escrita en arameo. Realmente no aparece la palabra "hijo" pues la inscripción está gastada, pero la opinión general es que la letra "B" indica a la palabra aramea "Bar" que significa hijo. Traducido al idioma español significa "Jesús, hijo de José" y resulta muy extraña. 

Mariamne he Mara - (Mariamne, la Señora): Esta inscripción es la única de la tumba que tiene un nombre griego, pero escrito en arameo. Es una forma del nombre "Mariamne", una versión griega de "María". De los Hechos de Felipe, una obra apócrifa del siglo IV atribuida al apóstol Felipe (quien, según el texto, sería además el hermano de María Magdalena), que fue recientemente recuperado de un monasterio del monte Athos en Grecia, el profesor Fraçois Bovon (de la Universidad de Harvard) ha determinado que el nombre real de María Magdalena era "Mariamne". Además, en los Hechos de Felipe y en el Evangelio de María Magdalena, ésta es presentada como apóstol por derecho propio. La inscipción del osario llama a esta Mariamne, "he Mara" que significa "la amargura", pero también "la Señora", lo que le atribuiría una gran autoridad y estatus. Basándose en esto, actualmente algunos revisionistas creen que realmente la auténtica promotora y fundadora del movimiento de Jesús de Nazaret fue María de Magdala (antigua ciudad Palestina) más conocida como María Magdalena.
Sin embargo, gran parte de la comunidad cristiana y muchos historiadores dicen que esto no se sostiene.

Yehudah Bar Yehshúah - (Judas, hijo de Jesús): Esta inscripción escrita en arameo que significa "Judas, hijo de Jesús". A pesar de las especulaciones no existe ningún escrito apócrifo o canónico, anterior a esta inscripción, que mencione o indique que Jesús de Nazaret tuviese un hijo.

Yosh(e) - (José): Inscripción en hebreo. Este nombre un tanto extraño parece ser una contracción o diminutivo cariñoso del hebreo "Yoshef" (José). El Evangelio de Mateo indica que Jesús tenía cuatro hermanos: Jacob (o Santiago), Judas, Simón y José. En el Evangelio de Marcos, que según la erudición moderna es el más antiguo de los evangelios del Canon, este último, José es llamado en griego ιωση ("Iosē"). Curiosamente, al no escribirse las vocales en el arameo de esa época, bien la inscripción puede ser este nombre. Los religiosos discuten si eran auténticos hermanos, hermanastros, medio hermanos, o primos. Los estudiosos generalmente concuerdan en que todos ellos eran hermanos debido al uso de los términos griegos excluyente adelfoi adelfai, y no meros primos. Hasta la fecha, la inscripción de "Yosha-Yoshe" que aparece en la tumba de Talpiot es el único ejemplo de este nombre encontrado en un osario.

Mar(í)ah - (María-Marah): Esta inscripción está escrita en hebreo. Se cree que es una forma de "María", un nombre muy popular en ese tiempo, pero como en hebreo no se escribían las vocales, las letras aquí (MRH) pueden ser el nombre Marah (amargura). Además, de nombres como Mariam, al igual que sucedía con muchos otros, se adoptaron numerosas variantes. En fuentes literarias cristianas el nombre de la madre de Jesús siempre fue referido de una manera única: "María" (Versión latinizada del arameo "Mariam"). Encontrar una versión latina de un nombre hebreo y escrito con letras hebreas sería muy raro, de hecho, en varios miles de osarios descubiertos tan solo han sido encontradas ocho inscripciones de características similares.

Matithyahu - (Mateo): Es el nombre original en hebreo del nombre "Mateo". Ningún escrito apócrifo o canónico, ni el propio evangelio atribuído a Mateo, dicen o indican de modo alguno, que el apóstol del mismo nombre fuera un pariente de Jesús. Sin embargo, la genealogía del Evangelio de Lucas 3:23-38 sí señala a varios "Matatías" en su familia.

El agrupamiento de estos nombres en una misma tumba resulta único.

Las excavaciones fueron supervisadas por el arqueólogo israelita Amos Kloner. El sepulcro fue explorado por el inspector de antigüedades Yosef Gat, los arqueólogos Eliot Braun y Amos Kloner. Shimon Gibson realizó un croquis de la tumba.

El informe publicado por los arqueólogos, señala que la tumba tiene un patio de 4,2 m de ancho y una antecámara de 2 m x 2,4 m, cuyo techo fue casi en su totalidad destruido. La fachada de la cámara mortuoria se hallaba en la pared norte de la antecámara y estaba decorada con una cornisa en forma de V invertida por encima de un círculo y una roseta incompleta. Había dos nichos, uno en la pared occidental y otro en la pared opuesta a la entrada. Estaban vacíos excepto por fragmentos de huesos. 

En la cámara principal se hallaron tres calaveras, vértebras y fragmentos óseos. Había seis osarios sin sus tapas, dos en cada una de las paredes excepto la de la entrada. En total se encontraron diez osarios. La mitad de ellos estaban decorados y la otra mitad lisos, sin decoración alguna.

Todo esto tiraría por tierra la historia bíblica, y tomarían más fuerza otras teorías que hablan del matrimonio de Jesús con María Magdalena y su descendencia.

Analizaron muestras óseas contenidas en los osarios de Jesús y Mariamne, concluyendo que sus ADN no están relacionados genéticamente, algo inusual al tratarse de una tumba familiar, por lo que se entiende que la razón es que estaban casados. La existencia de un osario con el nombre de Mateo es asociado a un pariente de María, al ser un nombre habitual en su familia. 

Estas conjeturas suponen asociar el nombre inusual de Yosa con el hermano de Jesús. Según los evangelios apócrifos, Jesús contaba con Simón, José, Judas y Santiago como hermanos. El nombre de Mariamne lo asocian con el de María Magdalena por aparecer en el evangelio apócrifo de Felipe, que hace referencia a su procedencia, Magdala, ciudad comercial donde se hablaba griego y arameo. Mara, a su vez, haría referencia a la misma María, al tratarse de un apóstol (según los textos apócrifos). Argumentan que María murió en Jerusalén, después de su viaje a Francia, según el evangelio de Felipe, escrito en el siglo IV y en el que se narra la vida de María Magdalena.
A partir de aquí, las discusiones han sido muchas, tanto a favor como en contra.


Cobró fuerza la teoría de que no se trata de la auténtica tumba de Jesús de Nazaret, pues, si tenemos en cuenta lo que dice la Biblia, una persona como él, (carpintero y humilde), no podría haber dispuesto de dinero suficiente como para conseguir un "panteón familiar".

Otros se basan en una cuestión de probabilidad y en errores históricos. El profesor Andrey Feuerverger, matemático especialista en probabilidad de la Universidad de Toronto, calculó que la probabilidad de encontrar esa serie de nombres relacionados era de 1 entre 300.000, por lo que tenía que ser obligatoriamente la de Jesús de Nazaret, si además se tenía en cuenta que esa era prácticamente la población de Jerusalén hace 2.000 años. 


publico:dunheim.blogspot.com.ar

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