EL ESPÍRITU Y EL ALMA : de LOS BRUJOS HABLAN por John Baines
Existe una gran confusión con respecto a lo que es alma y espíritu. Generalmente se les identifica.
Veamos lo que dice la filosofía rosacruz al respecto. El hombre es un espíritu que habita en un cuerpo y que tiene un alma. Espíritu se es, alma se tiene. El espíritu es la parte divina, inmortal y eterna, la chispa divina o emanación de Dios que portamos en lo más profundo de nuestro ser.Ésta es la fuerza de Dios, la luz eterna e inextinguible que nos ilumina en los momentos cruciales de nuestra vida. Podríamos comparar a Dios con una gran masa de agua, que al girar vertiginosamente hubiera desprendido millones de chispas o gotas de agua. Cada una de estas gotas equivale al espíritu de un hombre. Por lo tanto el hombre es un espíritu encarnado en un cuerpo.El alma es la parte animal inteligente, o sea, lo que llamamos personalidad, que,se forma gradualmente como producto de la unión espíritu-cuerpo. Cuando un sujeto tiene pena o sufre un estado de profunda tristeza, generalmente es el alma la que está sintiendo esto. En cambio, cuando alguien dice: "yo soy el que soy" es el espíritu el que se está manifestando. La meta máxima consiste en realizar el maridaje entre alma y espíritu, para lo cual es necesario cultivar el alma dándole conciencia e inteligencia. Es como un animalito o niño pequeño al cual debemos imponer nuestra voluntad para enseñarle a obedecernos en todo momento, y no ser nosotros los que obedezcamos a la parte animal.Cuando el alma adquiere conciencia e inteligencia podemos actuar a voluntad con las fuerzas de la naturaleza. La ley de correspondencia dice: "como es arriba es abajo, como es abajo es arriba". Aplicándola a este caso particular, podemos afirmar que todo lo que está dentro de nosotros está también fuera y, por lo tanto, aquél que conquiste su naturaleza interna alcanzará también el dominio de la externa. La alquimia, arte tradicional del ocultismo, enseña a transmutar los metales viles en oro. En el aspecto espiritual esto simboliza la transmutación de las bajas pasiones en virtudes. El alma que se desprende de la escoria de los sentimientos y pasiones desenfrenadas es cual refulgente escudo de oro que acoraza al individuo en contra del mal y la miseria humana. Como una manifestación del alma podemos apreciar el sello característico que el alma colectiva familiar imprime en todos sus integrantes. Sus facciones no solamente llevan un parecido físico, sino que también algo que llamamos "aire de familia", algo que se siente en el ambiente al tratar a alguno de ellos. Esta alma colectiva puede convertirse en algunos casos en un verdadero tirano egoísta y pasional que trae desgracia y miseria a los integrantes de este núcleo. Si existe armonía y perfecta unión puede brindarles prosperidad, protección, riqueza y felicidad.
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