domingo, 25 de julio de 2010

La restitucion


Después de pasar por varias especies de vegetales, la vida se manifiesta en un árbol precioso como el Miraguano, y así, nos transmite lo que las plantas más primarias no nos podrían transmitir. En la linea de la evolución humana, la vida también pasa de encarnación en encarnación, liberando cada vez más luz hasta que ésta, en el hombre evolucionado, se expresa a través del surgimiento de mayor capacidad para comprender los hechos y las leyes del universo. Si los seres humanos tuviesen ya la visión etérica, asistirían, en ocasión de la "muerte", a la gran actividad que se desencadena en aquellos cuerpos de los cuales la vida se retira, cuando todos los átomos que componen sus células retornan a la fuente de origen. Con ello, mucha sustancia-luz es liberada en el plano astral, para que, con la destrucción de la forma, puedan ocurrir profundas transformaciones en los niveles psíquicos. En ese proceso, dentro de lo posible, se deshacen los apegos del individuo y su ilusión sobre la inmutabilidad de la materia. La llamada "muerte" también facilita su contacto con nuevas ideas, que le crean otras perspectivas, porque vienen de un estado de consciencia más elevado que el mental pensante.
El retiro de la energía vital de los cuerpos materiales es un ritual necesario, que rige a toda la vida planetaria.Produce transformaciones en todos los reinos de la naturaleza, y ellos, con el tiempo, presentan cada vez menos oposición a la influencia de nuevos tipos de energía que vienen para perfeccionarlos. El Miraguano no tiene miedo de morir. Sólo en el reino humano y , en parte, en el reino animal, existe ese temor. Los otros reinos no lo conocen, y restituyen con naturalidad lo que pertenece al depósito general esencial del planeta, para que esa sustancia vaya a formar nuevos cuerpos y nuevas formas de vida, llevando consigo las experiencias que ya hizo.
El miedo a la muerte es contrario al ritmo cósmico y, por tanto, necesita ser eliminado. Como se sabe, se basa en el terror que sentimos por el proceso final de ruptura con el cuerpo físico, en el horror por lo desconocido, en la duda en cuanto a la inmortalidad de nuestro ser, en la dificultad de dejar atrás cosas y personas queridas, en la memoria subconsciente de experiencias anteriores de muertes dolorosas o difíciles. Entretanto cuando se desciende hacia la encarnación "se muere" hacia una vida más vasta, consciente y libre, poco a poco nos olvidamos de nuestro origen cósmico, a medida que pasamos a identificanos con los cuerpos materiales en los cuales entramos y con la sustancia más densa en general. Eso que, en cierto sentido, puede ser considerado "muerte", al mismo tiempo es conmemorado como "nacimiento" en los niveles psicológicos y terrenos, más tarde al final de la encarnación, cuando "renacemos" en los niveles sutiles, porque nos dirigimos totalmente hacia allá, aquí se llora nuestra "muerte". Se invierten las realidades, produciéndose emociones y sensaciones inorportunas para la transcisión tanto de quien va hacia el mundo inmaterial como de quien llega para hacer su aprendizaje en los niveles físico, astral y mental de la existencia.Para el núcleo reencarnante del hombre, sumergirse en la vida de la forma equivale a alejarse temporariamente de la lucidez que poseía,si no fuera por el servicio que viene a prestar aquí, no habría en eso sentido alguno para el alma ya evolucionada, por tal motivo,una vida sin una idea altruísta de servicio, es árida y carente de su propósito mayor.
Miraguano: árbol de las palmas cuyos frutos tienen una materia semejante al algodón,originario de America y Oceanía.
Alena




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