domingo, 28 de noviembre de 2010

Entrevista realizada a Alena por el periodista Sebastian Aranguren (Diario Popular) en el dia de la fecha

Fantasma lucha contra entidades oscuras que coparon su casa

Espíritu reclama que limpien su memoria

Por Sebastián Aranguren

El espíritu de una anciana que hace casi veinte años tuvo una muerte horrible a manos de tres asaltantes, en San Justo, clama desde el más allá para que se limpie su memoria y no se le atribuyan las terroríficas e inexplicables manifestaciones que se suceden en el departamento donde la mujer murió tras padecer un atroz calvario derivado de un hecho delictivo y del que también dio detalles.

A través de un contacto telepático y visual logrado por la psíquica Alena Persaldi, el espíritu de la anciana reveló detalles del crimen que le costó la vida y sostuvo que en el inmueble en el cual se vienen sucediendo una cadena de episodios paranormales son la resultante de fuerzas oscuras que coparon la casa.

Persaldi entabló contacto con el espíritu de esta historia a raíz de una investigación de EXPEDIENTES SECRETOS, que abordó el caso de un joven matrimonio que padeció durante casi 5 años una serie de situaciones alucinantes propias de una casa embrujada y dignas de un escalofriante relato cinematográfico .

Jorge Varela y su esposa Claudia habían contado a EXPEDIENTES SECRETOS la inusual sucesión de anomalías registradas en el departamento situado en la calle Monseñor Marcón 2613, a metros de los Tribunales de La Matanza, que de acuerdo al comentario de los vecinos en el barrio tenía que ver con la brutal muerte de la propietaria del inmueble.

Departamento maldito

“El departamento está maldito” enfatizó el vecino en una suerte de macabra bienvenida a Jorge, a dos días que el joven docente se instalara con su esposa en el inmueble para iniciar juntos una vida en común. La razón aparente de esa maldición residía a criterio del interlocutor del nuevo inquilino, en el fantasma de la mujer que años antes allí había muerto al cabo de un asalto de consecuencias aterradoras.

La charla mantenida en esa tarde inolvidable para Jorge de noviembre de 2002 sumó otros detalles impresionantes en torno a la muerte de Lilia Dora Legarralde, la anciana que pagó con su vida su exceso de confianza hacia un sujeto de oscuro pasado que pululaba por el barrio ofreciéndose para changas y tareas diversas.

Nueve años antes, en 1993, Dorita -tal como la conocían en el barrio- le pidió a ese individuo que le hiciera un mandado en un comercio de la zona pero al volver al departamento, lo hizo acompañado por dos facinerosos más. El trío redujo fácilmente a la abuela, le pegó y la ató a una silla para proceder a robar dinero y unos pocos efectos personales.

Los malvivientes consumaron el atraco y se marcharon para seguramente cambiar para siempre de escenario, dejando a Dorita en la silla a la que la habían sujetado. Como la familia de la mujer, que vivía sola, residía en Bragado, nadie notó la ausencia de la anciana que sobrevivió un par de días al calvario de languidecer, inmovilizada, minuto a minuto.

Casi una semana después, el olor nauseabundo despedido por el cadáver de Legarralde advirtió lo que había sucedido y el parte forense constató que el deceso de la mujer se había producido por inanición.

A partir de allí, propietarios e inquilinos que vivieron en el departamento de Legarralde fueron testigos de experiencias aterradoras que los llevaron a mudarse o desprenderse de la propiedad, aun malvendiéndola.

“Dorita nunca se quiso ir de ahí” fue otro de los conceptos que Jorge recuerda del vecino que vivía al lado de esa propiedad, que incluso le anticipó “alguna que otra noche vas a sentir cosas porque en esa casa –dijo- pasan cosas”. Y así fue.

Para tener una definición profesional del caso de Jorge y su esposa quienes el viernes habían relatado sus vivencias que los tuvieron como protagonistas, EXPEDIENTES SECRETOS se contactó con Alena Persaldi, estudiosa de fenómenos paranormales, quien a partir de sus dones y técnicas intentó establecer contacto con el espíritu de Lilia Dora Legarralde.

En una experiencia impresionante, Persaldi se contactó en forma telepática, primero, y visual, después, con el espíritu de Dorita quien le hizo saber que si bien tuvo manifestaciones en esa casa, en realidad las hizo para ayudar a sus moradores ante la presencia de entidades oscuras.

“Lo que me transmite ese espíritu –apuntó Persaldi- es que en vida quería mucho la casa que habitaba y si se manifestó ante las personas que en ellas posteriormente habitaron, lo hizo para ayudar a sacar a las otras manifestaciones oscuras que se dan en ese inmueble y que no son obra de esta entidad”.

El espíritu hizo saber a la psíquica que cuando murió “sufrió mucho la sed” durante “los tres días” que duró su calvario y por ende, la pérdida de potasio que le causó el paro cardíaco que marcó el final de su versión terrenal. También aportó que los sujetos que entraron a robarle “fueron tres, de unos 30 años” a los cuales en una decisión fatal “dejó entrar”, que uno de ellos “ya había estado antes” y que otro lucía un pantalón de trabajo azul grisáceo.

Según Persaldi, el espíritu de Dora “sufre porque se está degradando su memoria al atribuirle a ella las manifestaciones que se dan en la vivienda, que tras su muerte fue tomada por bajos astrales, causantes en definitiva de los extraños episodios que allí se registran.

“La entidad, que está en la luz, me dice que la gente interpreta al revés –aseveró Persaldi- no es su espíritu el que produce las anomalías en ese departamento y que en todo caso si se manifestó en alguna ocasión fue para ayudar y combatir esas energías negativas que sí tomaron su casa una vez que ella desencarnó.

Okupas espirituales procedentes de la oscuridad coparon la casa

Para la psíquica Alena Persaldi la supuesta tarea de “limpiar” de energías negativas el departamento de la calle Monseñor Marcón al 2600 “no será fácil” porque tras su contacto telepático con la esencia de la mujer allí ultimada, consideró que “allí hay bandadas de espíritus de la oscuridad”.

Persaldi señaló que esas energía oscuras se fueron instalando en la casa en el transcurso de la agonía de tres días que tuvo la mujer atada a la silla y que puntualmente se hicieron del lugar una vez que el espíritu de la propietaria desencarnó a poco de su muerte.

La investigadora explicó que “esas energías oscuras no tienen que ver con la entidad de la luz con la cual me contacté” y detalló que suelen aparecen “porque el sufrimiento padecido por la víctima atrae las energía bajas tal como ocurrió con este caso”.

Tras precisar que la “por más que la propiedad se ponga en venta a un precio vil, como ha ocurrido hasta ahora, el inmueble será sumamente difícil de vender” y apuntó que realizar una limpieza “espiritual” del lugar se convierte en una tarea “difícil” por la cantidad de entidades existentes.

A criterio de la psíquica, el análisis de la historia aportada a EXPEDIENTES SECRETOS por el matrimonio Varela y el contacto con el espíritu de una de sus moradoras, revelan que en el interior del inmueble “hay varias falanges de la oscuridad

“Con los datos recolectados veo la casa y en su interior hay más de 50 entidades oscuras dando vueltas

Cinco años conviviendo con el terror

Relajados tras haber dejado atrás una auténtica pesadilla, Jorge Varela, de 33 años y su esposa, Claudia, de 30, aseguran que se sorprenden aun a la distancia por las increíbles situaciones que padecieron en su estancia en el departamento de la calle Monseñor Marcón.

Allí vivieron entre noviembre de 2002 y 2007, pero lo más difícil de afrontar se dio entre el segundo y tercer año, cuando arreciaban los fenómenos que dejaban perplejos a los integrantes de la pareja.

“Me encanta contarlo pero sigo sin creer lo que allí pasó” aseguró a EXPEDIENTES SECRETOS Jorge, de profesión docente, quien coincide con su mujer, que es psicóloga, en cuanto a la sensación que experimentaban “era un miedo a lo raro, lo inusual”.

Claudia señaló que lo primero que empezó a ocurrir fue que al volver a la casa se encontraban con electrodomésticos encendidos como el ventilador de techo, que “era muy difícil que hubiéramos accionado aun sin darnos cuenta cuando transcurría pleno invierno”.

Jorge recordó que “el dial de la radio cambiaba todas las mañanas”, mientras que Claudia precisó que cansada de esa situación, un dia desenchufó el aparato que estaba en una sintonía que no era en la que ella lo había puesto, “y sin embargo siguió funcionando”.

Los amigos del matrimonio que iban de visita escuchaban los ruidos que ni Jorge ni Claudia podían justificar, como así tampoco los pasos acelerados que a las tres de la mañana se escuchaban en la terraza, un lugar inaccesible desde fuera del departamento.

Una noche, un sobrino de la pareja de apenas tres años que se reía aparentemente solo, respondió ante la consulta de sus padres que lo hacía porque “la señora que está ahí” le hacía burla desde el dormitorio de sus tíos.

Otra vez Claudia quedó encerrada dentro del departamento por una fuerza que accionó la cerradura desde fuera sin que hubiera llave de por medio, pero dejando increíblemente el mecanismo trabado sin que hubiera ningún elemento material de por medi0

"Una madrugada me desperté sobresaltado por un sueño: era que había una anciana a los pies de la cama. Abrí los ojos y efectivamente ví que en medio de una intensa luminosidad la figura de una mujer mayor tal como lo estaba soñando”, rememoró Jorge.

A la mañana siguiente, su esposa le contó lo mismo. También había tenido un sueño idéntico y al abrir los ojos, vio a los pies de la cama del lado de su marido “a una anciana muy delgada y de pelo blanco”. Para ambos el fantasma de la antigua dueña se habia hecho presente…


No hay comentarios:

Publicar un comentario