El Mahabharata es una epopeya hindú que contiene más de 100.000 versos, distribuidos en dieciocho parvans o capítulos; su texto es cuatro veces más extenso que la Biblia y ocho veces más que el de la Iliada y la Odisea.
Fue compuesto por Sri Vyasa el Compilador (Krishna Davaipayana), el abuelo de los héroes de esta epopeya.
Sobre cuando fue escrita, hay variadas fechas; según H.P. Blavatsky, se compuso al final de la Era de Cobre que precede a la edad del Kali Yuga, o sea, hace unos 5.000 años; aunque para otros autores, empezó a ser escrita entre los siglos XlV y XV a.C. En todo caso, la mayoría de los hindúes creen que narra hechos reales sucedidos entre el 3200 y el 3100 a.C.
Mahabharata significa la “Gran Guerra”. La historia principal de esta obra es el de una lucha dinástica por el trono entre los Pandava y los Kauravas. El Avatar Sri Krishna domina el conjunto y está rodeado por los Pandavas que triunfan en virtud de su justa causa. Los Kauravas son los opuestos y tienen entre ellos grandes héroes pero sucumben porque defienden una soberanía injusta.
Aunque su trama sigue una narración histórica, el Mahabharata es, en su conjunto, una enciclopedia de ética, conocimiento, política, religión, filosofía y dharma. Contiene la esencia de todas las escrituras. Su gran autor dice en el primer capitulo, sobre el contenido de la obra: “Lo que aquí se dice, lo hallarás en cualquier lugar; lo que no se halle aquí, no se encuentra en ningún otro lugar “.
Historia
El Mahabharata narra la historia de la Gran Guerra de la India entre los Pandava y los Kauravas. Éstos eran los hijos de dos hermanos, Dhritarashtra y Pandu, nacidos del sabio Vyasa.
Siendo ciego Dhritarashtra, Pandu le sucedió en el trono, pero confió el reino a su hermano mayor, yéndose al bosque, donde nacieron sus cinco hijos -Yudhishthira, Bhimasena, Arjuna y los mellizos Sadheva y Nakula-, llamados los Pandavas. Estos hermanos simbolizan, como dice el V. M. Sivananda, el dharma o la rectitud.
El rey ciego Dhritarashtra tuvo cien hijos -Duryodhana y los demás-, que eran llamados los Kauravas. Pandu murió durante la infancia de sus hijos y Dhritarashtra continuó reinando con ayuda de su tío-abuelo Bhishma, que había hecho voto de celibato de por vida.
Los príncipes Pandavas y Kauravas se criaron juntos y fueron educados y entrenados del mismo modo. Los dos grupos de príncipes se consideraban titulares del reino y miraban a los otros con hostilidad, creciendo de día en día las tensiones en sus relaciones y sentimientos.
Debido a su persecución por los Kauravas, los Pandavas abandonaron su casa y sufrieron tiempos duros y dolorosos, pero al casarse el rey Dhritarashtra con la hija de Drupada (pariente de ambos bandos que apoyaba a los Pandavas), envió por ellos y les concedió la mitad del reino.
Los Pandavas mejoraron su país y establecieron su capital en lndraprastha, realizando el sacrificio del caballo con gran pompa. Los Kauravas fueron también invitados a éste, pero viendo, la buena fortuna de los Pandavas y habiendo sido ofendidos y ridiculizados, sintieron celos y resentimiento, regresando a su hogar con sentimientos de enemistad y venganza. Conspiraron contra los Pandavas, invitándoles al juego, por medio del cual les ganaron todas sus riquezas, su reino e incluso sus personas, llegando a insultar y maltratar a su esposa, Draupadi, en presencia de todos.
Al final, quedó establecido que los Pandavas se exiliarían en el bosque durante doce años, pasando además otro año ocultos, sólo después de lo cual podrían recuperar su reino perdido. Los Pandavas así lo hicieron; pero, a su regreso, los Kauravas se negaron a devolverles su reino.
Esta actitud dio lugar a una guerra familiar, en el curso de la cual perecieron los Kauravas junto con los dos ejércitos, sobreviviendo tan solo los Pandavas, quienes obtuvieron la victoria final.
Los Pandavas fueron ayudados por Sri Krishna y por otros parientes, sumando su ejército siete batallones. A los Kauravas les ayudaban también sus parientes y amigos, sumando su ejército once batallones. Sin embargo, los Pandavas ganaron por seguir una causa recta y por la gracia divina.
Los personajes del Mahabharata
El V.M. Sivananda da a cada personaje unas características éticas. Así el noble y heroico abuelo Bhishma nos inspira con su espíritu de servicio desinteresado, su impávido coraje y su pureza; Yudhisthira es modelo de justicia y rectitud; a Karna, un hermano secreto de los Pandavas, aún se le recuerda por su gran generosidad; Arjuna es el hombre perfecto y el señor Krishna es el protector y el salvador.
El ciego Dhritarashtra representa la ignorancia; Yudhisthira, el drama; Duryodhana, el adharma; Draupadi, esposa de los Pandavas, representa Maia; Bhishma, el desapasionamiento; Dussana, hermano de Duryadhona, las cualidades negativas; Sakuni, tío de Duryadhona, los celos y la traición; Arjuna el alma individual; Krishna, el alma suprema, etc.
Todos estos héroes practicaron una austeridad, o Tapas, severa, obteniendo dones del Señor. Ésa es la razón por la que pudieron realizar tan maravillosos actos heroicos, que escapan a toda descripción.
Draupadi, Savitri, Kunti, Madri, Damáyanti y Gandhari eran muy devotas hacia sus esposos. Eran osadas e intrépidas al verse sometidas a dificultades, penalidades, sufrimientos y privaciones extremos. Eran devotas y soportaban sus sufrimientos gracias a la fuerza de su castidad y a su fortaleza moral. Eran esposas y madres ideales. Ésa es la razón por la que dejaron tras de sí nombres inmortales.
A pesar de todo lo que los Pandavas padecieron, tuvieron la suficiente fortaleza de no abandonar nunca el dharma.
Aunque parece una contradicción, los Pandavas que en la epopeya siempre siguen el camino del dharma y la rectitud, y además tienen a Krishna de su lado, pasan por todo un calvario, intentos frustrados de asesinato por parte de sus primos, 12 años de exilio en el bosque más uno oculto, etc. Sivananda explica que en el camino a la verdadera meta de la vida, la perfección, se ha de transitar por del dolor y el sufrimiento; sabiendo sufrir, el hombre es modelado, disciplinado y fortalecido.
De igual modo que el oro impuro se convierte en oro puro, eliminadas sus impurezas, fundiéndolo en el horno, el hombre impuro e imperfecto es, así mismo, purificado, perfeccionado y fortalecido fundiéndose en el horno del sufrimiento consciente.
El Karma
La mítica ley del karma, la ley de acción y consecuencia, desempeña un papel integral en la comprensión del Mahabharata.
Esta leyenda abre acertadamente esta época del Kali Yuga donde el bien y el mal iban a reinar con fuerzas casi iguales, donde los problemas y las funciones del karma iban a ser tan complicadas
Al principio no había ningún rey, ni ningún castigo. Todos los hombres eran justos y se protegían unos a otros. Con el paso del tiempo los corazones de los hombres comenzaron a ser invadidos por el error, y es entonces cuando la mente empieza a oscurecerse y el sentido de lo justo y de lo injusto empieza a desvanecerse.
El primer error que entra en el corazón de un hombre es la codicia. Cuando ésta entra, los hombres desean cosas que no les pertenecen. El segundo error fue la lujuria acompañado de la ira. Cuando estas pasiones entraron dentro de los corazones de los seres humanos, la justicia se fue perdiendo poco a poco.
Los Dioses, al percatarse de esto, se dirigieron a Brahma para poder salvar la situación y éste escribió un tratado que se componía de cien mil lecciones formulando las normas de corrección. Los principales preceptos de este tratado versaban sobre dos aspectos: el castigo público y el castigo secreto. Este tratado llamado Dandaniti, sería compuesto para la propagación del dharma, artha (riqueza, poder) y kama (dicha) complementado por el castigo para proteger al mundo. Los hombres serán principalmente guiados por el castigo.
El deber de un ser humano es buscar las riquezas, pero no las riquezas materiales sino las riquezas del corazón, que tienen su raíz en la virtud.
Ha de tener sus pasiones bajo control como el auriga que conduce a sus caballos donde le place y estos le obedecen. Cuando esto no ocurre y pasa lo que en estos tiempos nos está pasando, la mala voluntad es el dominador y por consiguiente el ser humano va entrando en un proceso progresivo de degeneración, donde la humildad es sustituida por la soberbia y no nos acordamos apenas de nuestros padres. El caos se apodera del mundo debido al egoísmo de nuestro corazón.
Lo superficial y la mediocridad es cada vez mayor y cuando se cumple el tiempo donde el pecado del mundo es tan grande, a pesar del castigo o el karma en que estamos sometidos para el equilibrio de este mundo, es entonces cuando una civilización ha de terminar, como le ocurrió a la Atlántida.
Lo que hace a una civilización caer en la más absoluta degeneración y desaparecer es la pérdida de todos los valores que posee nuestra Conciencia humana
Todo el conjunto es una enciclopedia de enseñanzas de moral, de historia y de religión como no hay igual en la literatura del mundo.
El mensaje del Mahabharata es el de la Verdad y la Rectitud. Esta gran epopeya produce un despertar ético en sus lectores, exhortándoles a seguir el camino de satia y dharma.
Les induce a hacer buenas obras, a practicar el dharma, a cultivar el desapasionamiento comprendiendo la naturaleza ilusoria de este universo y de sus glorias vanas y placeres sensoriales, y a alcanzar la Dicha y la Inmortalidad eternas.
Le incita a uno a actuar como hicieron Yudhishthira y los demás héroes. Adherirse al dharma con tenacidad es alcanzar la felicidad imperecedera y moskha, el summum bonum de la vida. Éste es el significado final o la enseñanza central del Mahabharata.
Que las enseñanzas de esta ilustre y antigua epopeya nos guíen durante toda la vida. Que estos grandes personajes del Mahabharata nos inspiren.
Visto en: http://el-amarna.blogspot.com/
Articulo difundido por la Gran Hermandad Blanca
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