El líder espiritual del budismo tibetano fue prevenido sobre un plan del gobierno chino para envenenarlo por medios de agentes femeninas que se harían pasar como devotas.
DALAI LAMA
“Recibimos algo de información desde el Tíbet. Hay agentes chinos entrenando a tibetanos, especialmente a mujeres, para utilizar veneno –ya sea en el cabello, o en la bufanda– quienes trataran de acercarse con la intención de recibir mi bendición y que yo las toque con mi mano”. Desde la década de los cincuenta, cuando fue invadido Tíbet, sus pobladores han sido tenazmente acosado por las políticas étnicas del gobierno de China. Al parecer la distinción cultural, religiosa, política, y linguística, de los más de cinco millones de tibetanos, ha sido considerada una amenaza para el regímen chino. Con mas de tres décadas exiliado de tu tierra y sin poder pisar suelo tibetano, actualmente el Dalai Lama vive al pie de los Himalayas, en el templo de Dharmasala que se ubica en la región que corresponde a India, y el gobierno de este país provee un estricto operativo de seguridad para salvaguardar su vida
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