martes, 4 de septiembre de 2012

La existencia cierta del sexo espectral

Nota realizada a Alena Persaldi, por Sebastian Aranguren, periodista de Diario Popular



Al despertarse, la mujer que acaba de soñar con su marido fallecido rememora la vivencia onírica recién culminada y en la que hasta tuvo la sensación corpórea de estar con su cónyuge, como si la muerte no los hubiera separado. Es más. Todavía su piel vibra como cuando el amor era una expresión marital más en ese mismo lecho del cual, incluso, se ha levantado con el agotamiento propio de una intensa y fogosa actividad. Aunque niega cualquier posibilidad real porque cree que la lógica la acompaña, ni se imagina que lo que realmente ocurrió en la noche es algo impresionante sólo entendido desde lo paranormal ya que desde el más allá, el deseo carnal también puede manifestarse. Y a veces, en el peor de los casos, hasta hacerlo de un modo forzado y violento.

Una especialista en fenómenos paranormales aseguró a EXPEDIENTES SECRETOS que el sexo entre una entidad espiritual y un ser de carne y hueso es una experiencia mucho más habitual de lo que el común considera, con situaciones que en la mayoría de las veces pasan por alto o ser plenamente percibidas por quienes desarrollan algún tipo de sensibilidad más desarrollada frente a situaciones sobrenaturales.
Sin embargo, la posibilidad que los planos espiritual y carnal se fundan transgrediendo los límites de las distintas dimensiones que los separan, acarrea un riesgo si la entidad que se manifiesta nada tiene que ver con un ser querido proveniente de la luz, sino que se trata de algo oscuro que, sin embargo, se embebe de la energía humana a la que busca poseer para, en cierta medida, satisfacer instintos carnales que aun perduran en su tránsito por la eternidad.

Pasión del más allá 
¿Qué esto no es posible? La psicofísica Alena Persaldi afirma que estas situaciones, si bien extraordinarias y que encuadran plenamente en lo paranormal, son mucho más frecuentes de lo que se supone toda vez que tanto hombres como mujeres son capaces de experimentar, en su versión terrena, episodios de sexo propuestos durante el sueño terreno por entidades espirituales.
Con la lógica reserva del caso Persaldi contó a EXPEDIENTES SECRETOS que fue consultada en más de una oportunidad por este tipo de casos en los que las entidades espirituales “aun mucho más cerca del cuerpo que abandonaron en la tierra que de su nueva realidad, se acercan a quienes fueron sus parejas o no para llevar adelante una experiencia sexual.
“No hace mucho una mujer que había perdido a su marido me relató que había soñado con su difunto esposo y que al cabo de ese sueño, de características reales, tuvo la sensación a primera vista imposible para ella que era la de haber consumado una relación sexual” precisó la especialista que, con plena convicción, aseguró que semejante historia tranquilamente podía tener una explicación desde el costado de lo sobrenatural.
Violaciones especiales 
Pero antes de profundizar en las justificaciones de estas experiencias paranormales que, según la psicofísica, reconocen más casos de lo que comúnmente pueden imaginarse, Persaldi acotó que el “libre albedrío del bien y el mal” también puede permitir experiencias más complejas y peligrosas que “tienen por protagonista a un bajo astral proveniente de la oscuridad”, esto es en buen romance, un demonio dispuesto a hacer lo suyo por la fuerza.
En la jerga especializada estos demonios tienen nombre propio según se trate de sus expresiones masculina o femenina porque, como aclaró la especialista, los “incubos” son aquellos seres espirituales que buscan “forzar una relación sexual” con una mujer en tanto que los “sucubos” son aquellos de perfil femenino que consuman su ataque sexual transdimensional sobre un hombre.
“Es conocido el caso de un ingeniero en los Estados Unidos que requirió de ayuda de especialistas para afrontar la secuencia de violaciones que sufría de parte de estos bajos espirituales y que hacían de su vida un auténtico tormento” aportó Persaldi, que recordó que la palabra incubo significa “el que se acuesta sobre otro” y literalmente, aquellas que atravesaron esta experiencia traumática, aseveran que es así.
Demonios bajo las sábanas 
Obviamente que existen métodos para combatir estas manifestaciones peligrosas que, explicó la psicofísica, tienen que ver con la aplicación de exorcismos científicos -no necesariamente los religiosos que son los que cobran más notoriedad- pero que tienen que estar a cargo de especialistas en estas lides porque las entidades de la oscuridad, como las define Persaldi, exigen cuidados extremos dado que son peligrosas y no pueden quedar liberadas.
La experiencia personal de esta estudiosa en fenómenos paranormales que asevera que “realmente es muy poco lo que conocemos del enorme mundo espiritual que nos rodea” y los casos que le ha tocado investigar, refieren a situaciones de ataques sexuales de incubos o sucubos que se filtran incluso “por debajo de las sábanas generando un frío sobrenatural en la habitación donde se desarrolla la experiencia”.
Sin caer necesariamente en estas manifestaciones vinculadas a la oscuridad, los casos registrados ubican situaciones atribuidas a “espíritus celosos” que cobran “venganza” en la persona que tras su muerte ocupa el corazón de la persona que amaba y que en el caso de las entidades femeninas que suele manifestarse con agresiones sobre el rostro de las mujeres en pareja o en vías de hacerlo con aquel que fue su relación.
Me copa tu energía 
Tanto los bajos espirituales que son capaces de violar aun su etérea composición y aquellas entidades mucho más cercanas a la luz que consuman una relación sexual consentida en el plano del espíritu, hacen posible el sexo entre vivos y muertos aunque no por los caminos comunes, sino a partir de un plano energético que permite establecer el goce , claro está, espiritual pero de plena identificación carnal al menos en la sensación consciente posterior al episodio.
“Hay que situarse en la posibilidad de placer entre los dos espíritus a partir que la entidad espiritual se embebe de la energía de los seres vivos cuando estos duermen, en función que es en ese momento en que el espíritu del ser humano se desprende del cuerpo”, detalló la investigadora para quien la esencia proveniente del más allá “logra tener sensación de cuerpo”.
“El sexo consentido o la violación desde el costado espiritual son situaciones posibles de las cuales -precisó Persaldi- he tenido conocimiento pero que lejos de asustar o impresionar demuestra que la vida real está del otro lado y de la cual -concluyó- realmente sabemos muy poco”. Tan poco que el inadvertido deslizamiento de las cobijas en cualquier noche pasada, bien pudo haber significado para el común de los lectores, algo más que una manifestación de un simple  sueño reprimido en el inconsciente.

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