PARA
Dios no hay oscuridad. Para la luz no hay oscuridad. La oscuridad solo
existe en la ausencia de luz, de ahí que nunca se encuentren. La luz no
sabe que existe la oscuridad. ¿Cómo puede saberlo? Porque cuando la luz
está presente, la oscuridad no lo está. La oscuridad es solo una
ausencia. Dios no conoce la oscuridad. Y nosotros solo conocemos la
oscuridad, así es como nos hemos separado de Dios.
Nosotros
también tenemos que llegar a un punto en el que la oscuridad desaparezca
y solo quede la luz. Ese día, cuando desaparezca la oscuridad para ti,
será un día de gran celebración, será un día de gran bendición. Solo
será posible cuando te des cuenta de que eres LUZ.
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