Este mensaje peregrina hermanando. Se mueve recordando, en cada
corazón, la excelsa visión que nos condujo a esta instancia
planetaria. Por eso hoy, cuando sus claras palabras crucen el umbral
de tus ojos, ya nada será igual. La angustia y el dolor le darán
paso al amor, el llanto se transformará en risa y volverás a
disfrutar de tu paso por la Tierra. Bendito es el transmutador encanto
de este esperado momento, donde nuestros espíritus celebran el
retorno a la Unidad.
Esta imagen simboliza la luminosa esencia dorada de aquello que nos
animó a encarnar, para peregrinar sembrando nuestras semillas más
puras. Contemplala. No hay lágrimas, violencia, odio ni rencor.
Tampoco hay divisiones. Reina una bella armonía, que genera un
conmovedor silencio. Se siente la paz y el amor que emana el corazón
despierto, al develar el mágico juego evolutivo que alberga la
ilusión de la separación. Somos Uno. Conscientemente ya lo sentimos.
Al ver desde la perspectiva del alma, comprendemos que todo lo
experimentado fue perfecto. Necesitamos de un entorno dual intenso,
con marcadas diferencias vibratorias, para reconocer el punto medio
donde mora el equilibrio. Necesitamos de la oscuridad para apreciar la
luz y del abismo para dirigir los ojos hacia nuestro cielo interno.
Cada ocasión que supusimos negativa o adversa nos fortaleció,
impulsándonos a volar y a sentir de una manera más franca y
profunda.Volvernos conscientes de la Unidad implicó fragmentarnos para
redescubrir la reluciente gama que integra nuestra esencia divina.
Vivir nos permitió compartir para internalizar lo aprendido. Así
fuimos creciendo, y fue en ese crecer que pudimos comprender lo que en
verdad sucedía: estábamos recordando lo que ya era sabido, pues todo
emana de la misma Fuente inmaculada, a cual regresamos tras despertar,
abrazar y amar a nuestra propia sombra que estaba recluida.
desvanecerse la ilusión, veo en tu corazón al mío y sonrío.
Internamente sé que el amanecer del nuevo Sol nos encontrará unidos.
¿Quién podrá dañar, juzgar o marginar, si es capaz de ver que a
quien hiere, lastima o discrimina es a uno mismo? ¿Quién se
atreverá a mantener vivo el rencor si siente que perdonando se ama y
sana por dentro? Te siento… Te amo. Vibramos en la misma trama que
hoy nos abriga y hermana, al volvernos conscientes del retorno a la
Unidad.
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