Hasta hace unos años la gama evolutiva de nuestros nacimientos aquí en la Tierra oscilaba mayoritariamente entre almas o seres de 3D y 4D. Hoy en día cada vez son menos los bebés que nacen de 3D (egos primarios) y se incrementó notablemente el número de nacimientos de seres ya ascendidos e incluso consolidados de 4D (yo superiores) y 5D (seres crísticos) sin poder ignorar el nacimiento actual de otros seres de dimensiones superiores a las que hemos mencionado.
El Plan de Ascensión de este planeta y de todos nosotros se está llevando a cabo de manera sutil y a la vez rotunda y sabia. Las particularidades de estos niños de hoy distan mucho de lo que hemos sido nosotros mismos al nacer. La realidad que vivimos actualmente no es otra que los actuales niños en su gran mayoría, no pueden identificarse con las supuestas escalas de valores con las que mayoritariamente nos hemos movido hasta hoy.
Son niñas y niños que no vienen aquí para aprender lo que llevamos tiempo repitiendo ofuscadamente los adultos de hoy en día, estos niños ya trascendieron nuestro generalizado nivel de conciencia de hasta hoy y aquí, son niños y niñas que viven desde hace tiempo sabiéndose ser vivamente partes vivas y puntuales de Dios. Es ello lo que les lleva a nacer ahora en este mundo físico, para guiarnos testimonialmente a todos con su ejemplo, su presencia y su propia aportación de sí mismos al conjunto de la humanidad y de la vida de este planeta.
Todos ellos son en sí mismos conciencia, luz y amor, aspectos todavía extraños para la gran mayoría de nosotros, extraños en nosotros mismos como partes vivas de nuestra propia identidad y contenido cotidiano.
Dicha realidad nos debería llevar a plantearnos muy seriamente muchas cosas de nuestra propia y particular realidad actual, ya que el sentido que para nosotros ha tenido hasta hoy nuestra vida, para ellos no les sirve en absoluto a causa de su actual nivel evolutivo y lo que les lleva a nacer entre nosotros.
Como progenitores nos debemos a ellos para caminar a su lado mientras llevan a cabo su razón particular que les lleva a nacer junto a nosotros. Este mismo caminar junto a ellos, nos debería servir para evolucionar nosotros mismos incluso hasta alcanzar lo que ni siquiera nos hemos ni planteado lograr alcanzar. Para ello es imprescindible dejar de alimentar mucho de lo que aún alimentamos en nuestro día a día, y llegar a ello por razones propias, personales de cada uno de nosotros. Nuestro amor hacia ellos nos exige y nos facilita un reciclaje personal importante, lo cual no nos queda otra solución, que si nos vemos comprometidos con ellos para caminar a su lado, nos vemos obligados a llevar a cabo nuestra propia ascensión de nivel evolutivo, hasta alcanzar el nivel superior al que hasta hoy hemos permanecido instalados.
Estos seres humanos más auténticos y evolucionados que nosotros, vienen a despertarnos a todos. Gracias a ellos, todos tenemos la posibilidad de despertar de la pesadilla en la estuvimos instalados hasta hoy, y a la vez ello nos permitirá asumir vivamente nuevos peldaños de nuestra propia evolución natural particular y colectiva.
Hay muchos más aspectos que deberíamos abordar de manera profunda ante esta realidad, pero cada uno puede estar sensibilizado por un u otro aspecto, y deberíamos concienciarnos de ellos a la vez que nos empleamos plenamente coherentes a dicha realidad. Hay que crear y dar vida a espacios donde estos niños y niñas de hoy puedan desarrollar su potencial nato, donde puedan manifestarse fieles a lo que son cada uno de ellos en sí mismos, donde puedan adaptar aquí, a las características particulares de este mundo físico o planeta Tierra, todos aquellos conocimientos y contenido nato que son ellas y ellos en sí mismos, y aquellos otros a los que tienen acceso existentes en planos de vida infinitamente superiores al nuestro de hasta hoy y aquí.
Seamos conscientes que el reto es transformar este mundo o planeta Tierra en un mundo físico de 5D, en un mundo Crístico, y sólo podemos permanecer en él aquellos de nosotros que alcancemos particularmente este nivel evolutivo y vivamos consolidados en él.
La mayoría de los niños y las niñas que nacen hoy en este mundo o planeta, nacen estando ya preparados para ello, pero los adultos que deberíamos protegerlos, no todos vivimos coherentes a esta realidad de hoy.
Alinearnos por completo a los designios de la Vida es algo imprescindible para todos los que hoy estamos aquí. Estos niños y niñas están alineados incluso de manera consciente. Nuestra especie aquí en la Tierra abre una nueva era donde el ser humano es auténtico Amor, Conciencia, Luz en sí mismo, a la vez que se sabe ser y vivir con plena complicidad con Dios.
Que cada uno haga su versión de esta realidad, pero lo que ya estamos viviendo es esta ascensión de nivel evolutivo, seamos conscientes de ello, o todavía no.
Abramos nuestros corazones de manera muy consciente, si no estos niños de hoy no podrán alimentarse de nosotros, ya que su único alimento es el más puro amor universal, el amor crístico por excelencia, el que ellos mismos generan por simple realidad natural.
Aunque muchos lo ignoren, todos los que hoy nos encontramos aquí físicamente, nacimos en nuestro día para estar aquí en este momento de nuestra evolución. Llegó el momento tan esperado por todos, por mucho que tantísimos de nosotros lo hubiéramos olvidado, y estos mismos niños que nacen en nuestros propios entornos particulares, vienen a recordárnoslo.
Cada una de estas niñas y estos niños son en sí una auténtica Bendición, igual como algún día cada uno de nosotros podremos llegar a serlo gracias al amor que seamos capaces de alimentar hacia ellos, así como a lo que logremos captar del amor que ellos son y sin duda nos comparten y compartirán por siempre más.
Por último una petición al respecto, dejemos de etiquetar a estos niños con absurdos e improcedentes conceptos, todos y cada uno de ellos son verdaderamente únicos y genuinamente auténticos seres humanos. La mayoría de nosotros nos sabemos no ser auténticos, y por muy normalizado que esto haya sido, esta es nuestra realidad. Las etiquetas sólo pretenden alimentar esta normalidad ya caducada, tratando de raros o de especiales los que son auténticos seres humanos de verdad.
Son niñas y niños que perciben mucho más allá de las palabras, que no les tiene valor alguno el cariño normalizado entre nosotros, ya que saben vivamente del infinito valor vital del auténtico Amor universal o Amor Crístico, por serlo en sí mismos. Son niñas y niños que distinguen al momento entre lo que es una acción y una auténtica vivencia, por el simple hecho de que ellos se saben ser vida viva en sí mismos. Son niños y niñas que perciben la trascendencia de todo cuanto perciben y generan, por ser cada uno de ellos creadores natos y genuinos, alineados a las Leyes Naturales de la Vida. Son niños que están años luz de la mayoría de nosotros, que por su Amor eligen nacer a nuestro lado para que podamos darnos cuenta de todo nuestro potencial natural que permanece ignorado dentro de nosotros. Son niños que disponen de mente lineal para desarrollar su vida, sin necesidad de la dualidad en la que nos hemos debatido los adultos de hasta hoy.
Son niñas y niños que tienen plena conciencia de lo que les llevó a nacer en esta su vida física, mientras que la gran mayoría de personas de su entorno, ignoran premeditadamente este aspecto, mientras consumen sus vidas en razones artificiales que ellos mismos inventaron o bien les inculcaron y a las que decidieron someterse. Son niños que no aceptan los sometimientos de ningún tipo, todo cuanto perciben y generan es desde el Amor que son en sí mismos. Su propia Luz junto a su nivel de conciencia les impide que los podamos engañar con nuestras normalizadas patrañas de siempre.
Son niños que han de vivir su infancia y todas sus demás etapas por muy superiores a nosotros que sean en verdad. Necesitan ser niños felices y pletóricos, no torturados por nuestras absurdas y falsas creencias y nuestras pretendidas escalas de valores inhumanos y egocéntricos, todo ello de espaldas por completo a esta realidad de hoy.
Ellos son en verdad quienes son. Nosotros deberemos estar a su altura por decisión propia y personal, sino no existirá la convivencia entre ellos y nosotros, que nadie pretenda engañarse, los vínculos que ellos alimentan no son de sangre tal y como hemos hecho hasta hoy, sino que son constantemente libres y alineados a los designios de Dios. Ellos se mueven por el Amor universal, el más auténtico Amor Crístico, el cual nos libera de cualquier posible dependencia o sumisión.
Os doy gracias a todos aquellos que estas palabras os despierten en alguna medida la conciencia ante esta nuestra realidad de hoy. Los niños y niñas que están naciendo necesitan que los aceptemos por la autenticidad viva que son en sí mismos, no para convertirlos en la sombra de nuestras propias sombras de hasta hoy.
Joan-J. Giralt
Canal de Luz
http://canaldeluz.org/
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