lunes, 6 de agosto de 2012

LA ISLA DE SAN BORONDON
UN GRAN MISTERIO CANARIO




Desde siempre en las islas Canarias se ha hablado de una misteriosa isla que, sin una localización fija, aparece y desaparece sin dejar el más mínimo rastro.
El archipiélago de las islas Canarias está compuesto por siete islas, sin embargo, siempre se ha buscado una octava isla. Una isla misteriosa, solitaria, escurridiza y fantasma que solo se deja ver en ciertas ocasiones
Lo cierto es que muchos documentos y testimonios dan fe de la existencia, entre las islas de Gomera, el Hierro y la Palma, de una isla que caprichosamente aparece y desaparece, siempre envuelta en una densa niebla, sin dejar más rastro que el recuerdo y los testimonios de aquellos afortunados que han tenido la suerte de verla.
Aunque a esta isla se le dio diversos nombres como la Inaccesible, La Encantada o la Perdida, el folclore la bautizó con el nombre que actualmente se conoce, isla de San Borondón, adaptación del de San Brandán de Confert, monje benedictino irlandés que zarpó en busca de tierras que evangelizar y el primero que habló sobre esta isla.


El viaje de San Brandán y el origen de la leyenda


San Brandán fue un monje que zarpó en busca de nuevas tierras que evangelizar en el siglo IV. Su viaje tenía como destino la Tierra Prometida de los Bienaventurados en las Islas de la Felicidad y la Fortuna, pero durante su viaje encontró un misterio aun más interesante.
Según este relato, el primero que haría referencia a la misteriosa isla incluso antes de que las islas Canarias estuvieran habitadas, cuando se acercaba la Pascua vieron una pequeña isla y decidieron atracar para festejar la fecha.
Tras el atraque, encendieron fuegos y prepararon la carne. Cuando se disponían a comer en tierra firme, esta dejó de serlo y empezó a moverse descubriendo su verdadera naturaleza: era un gigantesco pez (o ballena) que había desarrollado vegetación sobre su lomo.
Al parecer y tras abandonar precipitadamente la isla, Dios se le apareció en un sueño y le explicó que el pez era Jasconius, el primer pez que habitó los mares.

Este relato no es el único que encontramos y que hacen referencia a la isla ya que en las historias de Simbad el Marino, se describe un episodio casi idéntico al que narró el monje irlandés.


Referencias históricas

Son muchas las referencias históricas que aluden a la existencia de esta octava islas, aunque gran parte de las historias han llegado a nuestros días mediante el folclore, también encontramos un extenso dossier histórico acerca de esta isla.
Por ejemplo, una de las primeras referencias supuestamente fehaciente la encontramos en Cristóbal Colon, el cual en el Diario de a bordo, con fecha 9 de agosto de 1492, anotó una conversación con un madeirense que solicitaba ayuda para encontrar la isla que veía cada año durante unos días, en el horizonte.
Fueron tan reales los relatos referente a ella que estaba reflejada en la cartografía del momento e incluso se firmo un tratado por el que el Reino de Castilla concedía la soberanía de las todas las islas y las que estuvieran por descubrirse, en clara alusión a la octava isla que por aquel entonces recibía el nombre de Aprositus.
Tambien han existido expediciones que la buscaron como la que protagonizaron Hernando de Troya y Francisco Álvarez vecinos de Gran Canarias, o las que llevó a cabo Hernando Villalobos, gobernador de las islas, entre 1570 y 1604.
Una especial mención merece las fotografías que, ya en 1957, obtendría Manuel Rodríguez Quintero desde los Llanos de Aridane, en la Palma, y que seria difundida por todas las editoriales del periódico ABC (10/08/1958) o la curiosa grabación que Jaime Rubio Rosales filmara desde Gran Canarias en el año 2003.


Morfología, fauna y flora

Si nos remitimos a los relatos de los documentos antiguos, la isla estaría formada por dos montes separados por un collado por el que discurre una ribera que nutre de agua dulce el lugar y, aunque en ningún caso se habla de las dimensiones, por los relatos se deduce que es una isla de considerables dimensiones.
Asimismo, se narra la existencia de una flora exuberante, con una gran cantidad de frutos tanto exóticos como tradicionales, que dan a la isla la apariencia de un pequeño paraíso.
En cuanto a la fauna, se ha hablado de la existencia de bueyes, aunque también aseguran que se podía encontrar cabras, ovejas y una gran cantidad de aves muy diversa.
También, en algunos relatos, hacen referencia a que en la playa se encontraban con huellas inusualmente grandes, lo que ha llevado a suponer que en la isla pueda existir una especie de gigantes descendientes o predecesores de los guanches.


Teorías

Debido a sus características, comportamiento como el de aparecer y desaparecer rodeado de una espesa niebla, que se desplace, y el hecho de que no se tiene unos datos físicos sobre la isla en sí, solo se puede especular con teorías.
Existen cientos de teorías que intentan dar una explicación a tan curioso fenómeno como por ejemplo, que no es más que un simple espejismo o la de aquellos fanáticos del tema ovni que aseguran que es una base extraterrestre.
Geológicamente, en la franja que aparece, no existe nada que explique el fenómeno, aunque muchos especulan con las corrientes tan extrañas que rodean este triángulo de islas, lo cierto es que no explica en manera alguna la existencia o no de la isla.
Por ahora el misterio sigue sin ser resuelto, y solo podemos esperar a que la próxima vez que se deje ver, tengamos la suerte de verla para, por lo menos, tener la certeza de tan curioso fenómeno.

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