Fue fundado como una pulpería a principios del siglo XX bajo el nombre
de “La Cosechera”. Sábato y Francis Ford Coppola entre sus clientes más
asiduos.
Eternas charlas de cafe con amigos,una alegria que vuelva a reabrirse! Alena
El tradicional «Bar Británico», un café notable de la ciudad de Buenos Aires
donde el fallecido escritor Ernesto Sábato se inspiró para escribir su
novela “Sobre Héroes y Tumbas”, volverá a abrir sus puertas el lunes 10
de noviembre. “Se trata de un gran ícono de Buenos Aires”, dice Norberto
Aznarez, quien administrará el local en el marco de un emprendimiento
familiar, citado por la agencia Ansa.
El Bar Británico está emplazado en la esquina de Brasil y Defensa, frente al Parque Lezama, en el tradicional barrio de San Telmo.
Fue fundado como una “pulpería” (almacén y despacho de bebidas) a
principios del siglo XX bajo el nombre de “La Cosechera” y en 1928 se lo
rebautizó como “Bar Británico” porque era frecuentado por trabajadores
ingleses del ferrocarril. Con los años, se convirtió en uno de los cafés
más tradicionales de la capital argentina frecuentado por escritores, artistas y el mundo bohemio de la ciudad, así como gran cantidad de turistas. El gobierno de la Ciudad lo declaró Bar Notable de la ciudad en 1998.
El bar fue atendido hasta inicios del siglo XXI por José Trillo, Pepe Miñones y Manolo Pose, tres españoles
que en los años 60 se hicieron cargo del local y lo mantuvieron abierto
las 24 horas. Durante décadas fue el refugio de escritores que, como el
mismo Sábato, en sus mesas se inspiraron para crear sus obras y personajes. La leyenda afirma que en sus mesas el escritor escribió gran parte de “Sobre héroes y tumbas”, una de sus novelas más emblemáticas.
Pero además el bar sirvió de locación para la filmación de escenas de
varias películas argentinas y extrajeras, como “Diarios de motocicleta”,
del director Walter Salles y “Tetro”, de Francis Ford Coppola.
Sin embargo, el bar cerró en 2006 en medio de la protesta de los vecinos y grupos de artistas,
entre los que se encontraba el español Joaquín Sabina. En 2007 reabrió
con nuevos dueños, pero volvió a cerrar años después. En los últimos
tiempos, en sus mesas se solía ver al bandoneonista Rodolfo Mederos y hasta al músico Fito Páez,
entre decenas de artistas que hicieron del Bar Británico, a lo largo de
las décadas, una usina de pensamiento y de las artes. “Queremos
recuperar este ícono de la ciudad que tiene una impronta muy fuerte de
la gastronomía gallega. Vamos a respetar la estructura tradicional. El
bar es de la gente, es parte de la cultura popular. Queremos que los
vecinos se acerquen, disfruten de un café y de la oferta gastronómica.
Vamos a recuperar una parte importante del patrimonio de la ciudad“, afirma Aznares.
fuente:diario perfil/turismo
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