domingo, 10 de octubre de 2010

Geometria Sagrada


“No podríamos introducirnos científicamente en el estudio de ‘La Estructuración Dévica de las Formas’, sin recordar previamente la gran verdad oculta contenida en el conocido axioma platónico “EL UNIVERSO ES GEOMÉTRICO Y MATEMÁTICO”... Podríamos afirmar así, preparando ya el camino de nuestra investigación esotérica, que Dios geometriza utilizando la Ciencia de los Números y que la Naturaleza entera es un resultado de estas leyes o principios, ya se trate de la estructuración de un simple átomo químico, el cual, visto clarividentemente, demuestra en su constitución oculta o subjetiva y siempre de acuerdo con su particular contenido de protones, electrones y neutrones, unas muy bellas y regulares formas poliédricas, o la conformación total del Sistema Solar, un gigantesco ÁTOMO CÓSMICO, cuya constitución básica percibida desde el mundo causal es la representación objetiva de tres figuras geométricas definidas, a saber: el hexaedro o cubo, la pirámide de base rectangular y la esfera.…Pero otra afirmación de la más elevada concepción esotérica y proveniente de altas Fuentes Jerárquicas nos habla asimismo de estas figuras geométricas esenciales como constituyendo el poder aglutinante de los vehículos etéricos o pránicos de los hombres de acuerdo con su grado de desarrollo espiritual, en el sentido de que los pequeñísimos devas que en grandes concentraciones los construyen adoptan las formas geométricas del cuadrado, del triángulo o del círculo.

¿Podríamos imaginar así, utilizando los mágicos poderes de nuestra actividad creadora, la Vida de la Divinidad desde el ángulo sublime de la Geometría Cósmica como un supremo Arcano de Valores Psicológicos sintetizados en las tres principales figuras geométricas del CUBO, de la PIRÁMIDE y de la ESFERA, como tres dinámicos centros de atracción magnética dentro de cuyos indescriptibles recipientes se vierten por “ley de afinidad” y “por orden de semejanza” las experiencias de todas las vidas que pueblan el Universo: Dioses, hombres, Ángeles, animales, vegetales y minerales, ya que en su peculiar, singular y propia medida constituyen todas ellas la Gloria Infinita de la Experiencia Divina? ¿Y no podríamos imaginar también que estas grandes Figuras Geométricas que condicionan el Pasado, el Presente y el Futuro de la propia Divinidad, no son sino la afirmación esotérica, filosófica y mística de aquellos valores inmortales segregados por el fluir de las Edades que el hombre registra como subconsciencia, conciencia y supraconciencia, otra forma de describir psicológicamente el dictado supremo del principio hermético de analogía que en las figuras geométricas del cuadrado, del triángulo y del círculo halla la Vida del Señor su más elevada y exaltada Complacencia Cósmica?

Nosotros estamos plenamente persuadidos que un examen profundo de la Ciencia de la Geometría, tratando de verla como el origen universal de todas las formas de la Naturaleza, podría deparar visión psicológica, humana e impersonal. Bastaría para ello que cada cual se considerase básicamente un cuadrado, constituido por su cuerpo físico, su vehículo etérico, su cuerpo astral y su mente intelectual e imaginar que tal cuadrado es todavía muy irregular e imperfecto como para poder edificar sobre el mismo la gloriosa y simbólica figura geométrica del triángulo equilátero y comprender que precisa de un trabajo lento, paciente y perseverante de integración como base de la perfección de su particular cuadrado, o Cuaternario inferior, tal como se le designa esotéricamente.Los compuestos moleculares utilizados por los Magos negros, aparecen ante la observación clarividente bajo unas curiosas formas geométricas poliédricas, generalmente cúbicas e irregulares, cuyos colores van del gris opaco al violeta oscuro, pasando por una serie de gradaciones rojas y marrón terroso. El Egregor –no nos cansaremos nunca de repetirlo– es una forma psíquica creada por la voluntad hacia el bien o hacia el mal de los seres humanos, de los componentes de la humanidad terrestre. El Egregor creado por los Magos negros en colaboración con la humanidad poco evolucionada, es robustecido por los devas de las sombras a quienes en lenguaje oculto se les denominaron con justicia “señores del cuadrado”…La figura del cuadrado, coloreada por los sombríos colores anteriormente reseñados, indicará siempre a la percepción del clarividente entrenado, el tipo de magia que se está realizando y el objetivo siniestro que está persiguiendo el Mago negro. … Los compuestos atómicos previstos y las vidas dévicas intermoleculares utilizadas por el Mago blanco en su trabajo de crear los Egregores del Bien, se caracterizan por sus brillantes colores y bellas composiciones geométricas poliédricas, cuyas formas suelen ser piramidales, cónicas, cilíndricas o esféricas. Los colores variarán de acuerdo con la obra mágica a realizar y sus tonalidades en azul, amarillo, violeta claro o rosado serán siempre límpidos, cristalinos y refulgentes. A la observación clarividente, tales composiciones indican sin lugar a dudas la obra benéfica que el Mago blanco intenta llevar a cabo.

La gloria espiritual del Triángulo equilátero, símbolo de la Tríada espiritual Atma, Budhi y Manas, y la incorporación de su figura geométrica en nuestra aura etérica dependerá básicamente de nuestra aspiración superior, la cual deberá orientarse constantemente hacia la cúspide de nuestro ser, al Monte Everest de nuestra conciencia, allí en donde augusta aunque desconocidamente vibra nuestra glándula pineal, conectada con valores espirituales de la más elevada trascendencia, y esperar allí, en confiada espera, que la Gloria del Señor descienda hacia abajo creando los sublimes lados del Triángulo que habrán de coincidir perfectamente con la base del Cuadrado que en procesos anteriores de ardua y dolorosa disciplina fuimos capaces de visualizar y estructurar. Tal es la Ley y el Destino de los hombres.

Vicente Beltran Anglada

Gran Hermandad Blanca


No hay comentarios:

Publicar un comentario