Antes de pasar a hablar de las sutilezas de las aventuras oníricas, retrocedamos un paso y hagámonos la pregunta obvia: ¿qué es exactamente un sueño lúcido? Un sueño lúcido es aquel en el que te percatas de que estás soñando. Pero no hay que confundirlo con un sueño muy vívido.
Un sueño lúcido consiste en comprender que estás soñando en ese momento, es una epifanía repentina en la que te ves representado y te cuestionas si estás soñando (oUn momento… ¿estoy soñando?»). Tal vez hayas advertido durante el sueño que te encuentras en una ubicación imposible en circunstancias normales («Vaya, ¿cómo he llegado a Hawai?») o quizá te hayas topado con algo totalmente absurdo («¿Es eso un avestruz conduciendo un coche?») o el contrasentido tal vez tenga que ver con tu pasado («¡Un momento, ya no estoy en la universidad! ¡Tiene que ser un sueño!»). Los sueños lúcidos se suelen activar con alguna forma de incoherencia, algo que de pronto hace que el soñador se detenga y cuestione su realidad.
Una vez que estés lúcido, recordarás por completo tu vida diurna y serás capaz de pensar con lógica, tomar decisiones y explorar el paisaje onírico igual que al desplazarte por el mundo físico. Tendrás influencia directa sobre todo el sueño y su contenido. Mientras que en un sueño habitual actúas a ciegas, incapaz de reflexionar sobre tu situación presente, ahora llevas las riendas: tu mente está lo bastante despierta como para tener la última palabra. Mantén una conversación con un personaje de tus sueños, cruza volando una cordillera montañosa, respira debajo del agua, atraviesa paredes sin esfuerzo… son sólo unos ejemplos. Ya no estás limitado a un cuerpo físico, tienes la libertad de recorrer grandes distancias, moverte a velocidades increíbles o incluso trascender el tiempo tal y como lo conoces.
Cuando comprendes que no vives al margen del mundo interior de rus sueños, eres capaz de moverte,configurar el entorno e incluso crear objetos de la nada. Todo a tu alrededor adquiere una relación muy íntima; hasta podrías decir que el mundo que te rodea eres tú. Aunque suene a exageración, no lo es: las sensaciones de tacto, olfato, vista, sabor y sonido parecerán igual de vividas que en el estado de vigilia. Si alguna vez has visto la película de ciencia ficción Matrix ya tienes una idea de cómo es este mundo: un lugar que parece real pero sólo es una proyección de la mente.
Como explica el personaje Modus al hablar de Matrix: «Si consideras real lo que puedes palpar, oler, saborear y ver, lo “real” son sencillamente señales eléctricas interpretadas por tu cerebro». A diferencia de Matrix, el sueño lúcido no es ciencia Ficción. Imagínate liberado de tu cuerpo físico y dejando atrás cosas tan nimias como la gravedad. Visualizare volando y haciéndolo en sentido literal, nota el aire en la cara, la ingravidez del cuerpo, mientras te saltas la ley de Newton. Imagínate conversando con los habitantes del sueño, que te ofrecen percepciones valiosas y su conocimiento de la vida. En este lugar tal vez encuentres la sabiduría y la orientación que pueden transformar tu vida.
Extracto del libro Sueños lúcidos (Ed. Urano)
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