Hay una realidad claramente apreciable, hoy por hoy, que se plantea en el Sistema Educativo: Concurren a la escuela Niños que tienen Vibración Índigo, los cuales tienen otros intereses que los infantes de épocas pasadas, tienen diversas demandas, como por ejemplo: Le piden a la escuela que le proporcione contenidos que estén conectados con el diario vivir y que los motive para aprender con entusiasmo, ya que la monotonía de la rutina escolar les provoca una sensación tediosa. Impartir contenidos en la enseñanza que estén ligados con el conocimiento profundo acerca de diversas tradiciones y filosofías espirituales, pudiendo explorar cada una de las cuáles, sin tomar partido por ninguna en particular, sino con el objetivo de nutrirse de cada fuente para tener un conocimiento integral. El Niño Índigo indaga en cada tradición, tomando lo mejor de cada una de ellas, es ecléctico, pues de cada filosofía, integra conocimientos, sabe tomar de cada fuente el saber que requiere.
*Promover actividades escolares que le posibiliten al Niño Índigo agudizar y refinar formas de conocimiento mediante la intuición y la percepción (teniendo presente que el Niño Índigo capta el conocimiento desde lo senso-perceptivo, ya que tiene hiper- desarrollada esta manera de introyectar saberes, mucho más que la captación por la vía del intelecto, y eso no implica que descarte el saber intelectual, sino que sabe integrar el pensamiento con las emociones, pudiendo lograr un genuino equilibrio).
*Promover mecanismos de autoevaluación, que le permitan al alumno realizar una introspección profunda sobre su desempeño académico, para que su propia voz interior le marque el rumbo a seguir, más allá de todo direccionamiento externo, que es válido, por supuesto, y no se descarta. Fomentar en el Niño índigo la necesidad de buscar el conocimiento explorando y experimentando, evitando el aprendizaje memorístico y por repetición mecánica (El Niño índigo aprende por el método experimental, pudiendo probar teorías, viendo sus implicancias prácticas, pues el necesita explorar- y por ende experimentar- constantemente, para luego sacar sus propias conclusiones de manera autónoma, sin necesidad de recibir una conclusión prefabricada, pues él es capaz por si mismo de razonar).
* Estimular constantemente al alumno para que sea responsable y autónomo en su proceso de aprendizaje, para que sepa diseñar su propio trayecto a lo largo del mismo, sin imposiciones verticalistas por parte del enseñante
*Estimular a los Niños Índigo para que desarrollen actividades solidarias fuera del horario habitual de la jornada escolar, de modo tal que puedan desplegar su sentimiento de compasión y ayuda hacia sus semejantes.
Además, hay [1]otras pautas, no menos importantes que las dadas a conocer anteriormente: -Contar con un Sistema Educativo: “Que ofrezca grupos reducidos” (sic), porque el Niño índigo, generalmente, no se siente cómodo trabajando en grupos numerosos. -El Niño índigo requiere un Sistema Educacional: “Que respete su ritmo natural de aprendizaje” (sic). Esto significa que el sistema de Educación no debe imponerle al Niño Índigo un ritmo de aprendizaje que exceda a su propio ritmo natural y personal, sino básicamente que no debe pasarse por encima de los ritmos individuales, sino, por el contrario, acompañarlos.
Disponer en las escuelas de “espacios de áreas verdes en la medida de lo posible” (sic), ya que el Niño Índigo disfruta y ama el contacto con los Elementales de la Naturaleza, porque le permiten una conexión espiritual profunda.
Lic. Luis Alberto Russi Gerfó. Web: www.portalholistico.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario