Mientras el desarrollo evolutivo entre el Australopitecus avanzado y los Neandertales duró más de dos millones de años, se han encontrado evidencias en la Tierra de que el Homo sapiens (Cromañón) apareció aproximadamente hace 35.000 años. Pero lo que es más intrigante aún, es que mientras se siguen encontrando restos humanos los arqueólogos han descubierto restos de un Homo sapiens anterior en la zona oeste de Asia y en el norte de África, Estos restos datan de 250.000 años antes del Cromañón, Se debe tener en cuenta que el Homo sapiens no tiene ningún precursor evolutivo- Nada se convirtió en Homo sapiens, la especie simplemente apareció.
¿Es posible que los extraterrestres pudieran haber tenido un interés en intervenir en la evolución de la Tierra? En el caso de que así fuera ¿qué podían obtener de los humanos de la Tierra? Tal vez era una manera de acelerar su propia evolución. Parece evidente que hubo tres grupos principales que orquestaron el Comienzo de la Tierra, Los identificamos como: los Fundadores, un grupo de Lira y un grupo de Sirio, Los Fundadores facilitaron el Comienzo desde un punto no físico y fueron los supervisores de todo el proyecto- A espaldas de estas influencias no físicas, los liranos orquestaron físicamente el Comienzo y emplearon a un grupo de Sirios para ayudarles. Cada grupo tuvo sus propios motivos para estar presente en aquel momento. Pero, aunque los motivos eran diferentes, la meta era la misma, la creación de una raza humanoide en la Tierra.
Como ya se dijo anteriormente, los pleyadianos se involucraron en la evolución de la Tierra buscando su propio beneficio. Pensaron que si interactuaban con los humanos, no sólo iban a ser capaces de formar parte del desarrollo de su anterior hogar sino que también iban a poder aprender todo respecto de la negatividad e integración sin tener que encarnarse directamente en un mundo que estaba precisamente en esa fase. Los que pensaron así fueron persuadidos por un grupo de liranos que era perfectamente consciente de la compatibilidad genética de los pleyadianos con los nuevos humanos que se desarrollaron en la Tierra. El grupo lirano (una combinación de varias razas tiranas) siempre estaba experimentando. Al igual que los humanos, los liranos tienen ciertos impulsos instintivos (como por ejemplo la procreación). Dichos extraterrestres tenían su propio acicate, pues querían emular a sus «creadores», los Fundadores. Esos Fundadores sabían perfectamente que el incesto iba a causar el exterminio de la raza y, por ello, siempre estaban buscando nuevos remanentes para mantener el fondo genético mezclado.
Hubo otra motivación importante por parte de los liranos para involucrarse con la Tierra. Después de eones de conflicto entre las razas procedentes de Lira (Vega, Sirio, Orión, etcétera), estaban cansados de crear civilizaciones que se polarizaban y no lograban una existencia pacífica, ellos estaban determinados en que la Tierra tenía que ser el planeta basado en la integración en lugar de la polaridad. El grupo lirano pensó que tal vez, lo que le había faltado a lo largo de todo ese tiempo era un planeta cuyos comienzos ya estuvieran integrados en lugar de uno que siguiese esparciendo las semillas de la polaridad de otros sistemas estelares. Con esto en mente, empezaron a formular un plan muy rígido para el Comienzo de la Tierra.
Los Fundadores, sin embargo, tenían otros planes. Ellos sabían que la Tierra iba a ser, posiblemente, el lugar idóneo para sanar el drama de Orión, y por ello tenía que quedarse en un estado polarizado para poder resolver el conflicto. Los Fundadores sabían que la Familia Galáctica aprendería finalmente qué era la integración gracias a la experiencia de resolución de la polaridad en la Tierra. Los Fundadores permitieron que el grupo de lira llevase a cabo su plan, porque sabían que finalmente éste iba a impulsar el plan cósmico. En lo que respecta al grupo sirio, sus motivaciones estaban más cerca de casa. Ellos consideraban que la Tierra formaba parte del sistema estelar trinario de Sirio; creían por ello tener el derecho a manipular la genética de la Tierra. Su interés consistía en establecer razas primitivas humanoides en la Tierra para que estos seres les sirvieran en los trabajos manuales; mientras ellos seguían expandiendo sus colonias, incluida la Tierra. Así que apoyaron el proyecto lirano sin olvidarse de sus propias metas. El proyecto del Comienzo de la Tierra arrancó.
A lo largo de muchos miles de años y durante la primera fase del proyecto del Comienzo de la Tierra, los liranos (1) observaron con ojos atentos la raza de primates que se estaba desarrollando en la Tierra.
(1). Estos liranos, al igual que otros, son conocidos por el término hebreo Nefilim, traducido equivocadamente como «gigantes». Nefilim significa literalmente «aquellos que bajaron». El Génesis 6:4 dice: «En aquellos días -también más adelante-, cuando los hijos de Dios se juntaron con las hijas del hombre para tener hijos, los Nefilim estaban en la Tierra. Ellos fueron los héroes antiguos, hombres reputados». El término hebreo original traducido como «reputado» es shem y quiere decir literalmente «vehículo del aire», probablemente cohete. De modo que el texto diría: «Ellos eran los héroes antiguos, gente procedente de cohetes». En ocasiones tomaron muestras e introdujeron ligeras alteraciones en las estructuras del ADN. En puntos críticos del desarrollo insertaron material genético de los pleyadianos(2) (y de otros grupos) en estos primates. A lo largo de dilatados períodos, se hizo cada vez más patente que la evolución avanzaba a un ritmo muy acelerado. Cuando esto ya era incuestionable, se iniciaron los experimentos cruciales con el prototipo.
(2). Como ya se indicó anteriormente, los pleyadianos llevaban genética de la Tierra que se integró con éxito en los depósitos liranos. Por ello se convirtieron en la última opción para sembrar a los terranos en la Tierra. La historia de Adán y Eva es uno de los pocos legados que ha quedado para recordar sutilmente a la humanidad sus comienzos, Este cuento contiene referencias simbólicas de la saga que ocurrió concerniente al tipo de especies que heredarían a la Tierra.
Como ya se dijo, el grupo lirano quiso conseguir una especie basada en la integración. Por ello, pensaron que esa especie no debía conocer la polaridad, «el bien» y «el mal». Ellos controlaron estrictamente el entorno de estos nuevos humanos para que éstos se quedasen centrados en el desarrollo de un vehículo perfecto para la integración. No querían que los nuevos humanos se convirtiesen en ellos - se polarizasen. Lo que el grupo lirano no tuvo en cuenta fue que al mismo tiempo estaba restringiendo a los nuevos humanos las posibilidades de elección.
Después de generaciones de trabajos con genética de primates y extraterrestres, el grupo lirano desarrolló un prototipo humano cuyo significado- «terrestre», fue traducido como «Adán». El prototipo Adán fue incorporado a la Tierra en diversas regiones para-probar su adaptabilidad a ese entorno. (Hubo muchos adanes.) Cuando este prototipo estuvo satisfactoriamente adaptado, los adanes fueron retirados. «Y Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, y éste durmió. Entonces Él sacó una de sus costillas [o parte del lado], y cerró la carne en este Iugar.»(3) Mediante clonación e ingeniería genética, se creó un prototipo femenino que fue nombrado «Eva». Ambos fueron devueltos a su entorno y observados de cerca. Partiendo de su deseo de crear una especie que no sabía nada de la polaridad, los liranos enseñaron a todos aquellos que atendían a los prototipos que estaba prohibido dar a conocer ese concepto; de hecho se les negó el derecho de elegir, algo que se garantizaba a todos los seres divinos. Gracias a ello, uno puede entender el significado de la expresión de Dios: «Podéis comer Libre-mente de cada uno de los árboles de este jardín; pero del árbol del Conocimiento del Bien y del Mal (polaridad) no debéis comer, ya que el día que comáis de él moriréis seguro».(3)
Los sirios que trabajaban con el grupo de liranos no estuvieron de acuerdo con esa filosofía. Ellos sintieron que el deseo personal de los liranos de crear esa especie no estaba alineado con los derechos de las formas humanoides. Estos sirios, aunque deseaban desarrollar una raza humana para sus propios propósitos, descubrieron que sentían un verdadero afecto por esos nuevos humanos. A pesar de esta dualidad, decidieron intervenir dando inesperadamente la oportunidad de elegir a los humanos. El grupo sirio advirtió a los humanos: «Y la serpiente(4) dijo a la mujer. "¡Seguro que no morirás!, ya que Dios sabe que el día que comas de ese árbol se abrirán tus ojos y serás como Dios, conociendo el Bien y el Mal"»24
3). Génesis 2:21. (3). Génesis 2:16. (4). La serpiente es un símbolo arquetípico que se encuentra en muchos mitos antiguos, la naturaleza de la serpiente indica consistentemente la dualidad -se la teme, pero aun así es una gran aliada de la humanidad. En el texto sumerio, Enki el dios (sirio) que protege a la humanidad, también es caracterizado como una serpiente. El juicio de que la serpiente es «malvada» es más contemporáneo y puede haber sido una trampa utilizada por los dioses liranos para apartar la humanidad de las instrucciones de los sirios que intentaban ayudar a la humanidad. 24. Génesis 3:4. Al ser confrontados con la elección y la necesidad de decidir sobre su existencia, los humanos lograron una conciencia de la tercera densidad, Cuando se dieron cuenta de que habían sido engañados por «Dios» optaron por el conocimiento. Una vez hecha la elección de recibir el conocimiento con respecto a la polaridad, fueron totalmente anclados en lo físico. Ahora poseían un ego, o el conocimiento del «Yo soy», y también tomaron conciencia de sí mismos. «Entonces Dios dijo: "He aquí, el hombre ahora es igual que uno de nosotros, conociendo el Bien y el Mal [polaridad]. No se le debe permitir que alargue su mano y que coma también del árbol de la vida y vivir para siempre"». (5) No hace falta decir que el grupo de liranos no estaba muy complacido. Debido a su enfado negaron a los humanos el conocimiento del Árbol de la Vida (Herencia divina). De este modo, la raza humana fue obligada a desarrollarse sin el conocimiento de su conexión con la Familia Galáctica y con el Todo. Eso fue un verdadero reto.
Para asegurarse que los humanos no iban a buscar ese conocimiento, el grupo lirano decretó algunas precauciones: «... al este del jardín, Él posicionó al querubín y la espada de fuego que podía girar en cualquier dirección para salvaguardar el camino hacia el Árbol de la Vida».(6) Dejaron a la humanidad su herencia -el legado de Orión (retratado simbólicamente como una espada) sin dejar ningún conocimiento con respecto a la resolución. (5). Génesis 3:22. ()6. Génesis 3:24.
Existen sugerencias en los antiguos textos súmerios que el querubín es realmente un aparato mecánico o robot que, en este caso, protege el Árbol de la Vida. ¿Cuál es la traducción literal de «Árbol de la Vida»? En sumerio, la palabra para Árbol de la Vida era GISH.TIL. GISH significa «un aparato hecho por hombres»; TIL significaba (y todavía significa en hebreo contemporáneo) «misil». En lugar de hablar de un verdadero árbol, puede que signifique «el vehículo para la vida» o nave espacial. En los legados sumerios existen claras descripciones de cohetes y también de hombres que saludan a estos cohetes. Parece claro que el hedió de que los dioses posicionaran a los querubines para evitar que los humanos se acercaran al Árbol de la Vida fue en realidad una negación a los humanos del conocimiento de su herencia. Nunca más se permitiría a los humanos de la Tierra mezclarse abiertamente con los dioses o abandonar el planeta con ellos- Los humanos fueron expulsados de los cielos.
¿Qué pasó con el grupo sirio que interfirió con los planes de los liranos? A causa de esa interferencia estuvieron ligados energéticamente al desarrollo de la Tierra. Siempre han tenido muchos trucos escondidos en sus mangas, y en este caso fueron los que rieron últimos. Cuando trabajaron con el grupo lirano en el programa genético insertaron un código latente de ADN dentro de las células humanas. Este código se dispara debido a una vibración acelerada que tiene lugar cuando una civilización comienza a desarrollarse espiritualmente. A medida que la Tierra avanza aceleradamente hacia la conciencia de sí misma y hacia la cuarta densidad, (algo que está ocurriendo ahora mismo), el código se activa. Una vez activado, la humanidad despliega su ilimitada visión, similar a una cuerda antes enroscada hasta que la manifestación de todo Lo Que Es se hace visible. Era su manera de permitir que la humanidad comiese, después de todo, del Árbol de la Vida.
Desde estos primeros impulsos en el planeta Tierra la humanidad tiene pendiente un reto. Tal como se dijo, los «hijos» sembrados contienen por regla general códigos genéticos y actitudes profundamente arraigadas de los «padres». Si realmente la Tierra fue sembrada desde un punto de desigualdad y de ausencia del libre albedrío, ¿es posible que esto pueda explicar por qué los humanos de muchas razas actualmente todavía cargan con una soterrada creencia en la superioridad de la raza caucásea/aria {el grupo tirano)? ¿Es posible que el fanatismo racial alargue sus raíces hasta aquel momento en que se sembró este planeta?
Los primeros textos disponibles a cualquier buscador sugieren precisamente eso. Los registros sumerios hacen referencia a los «cabezas negras» que trabajaban para los dioses en las minas de África. Si eso fuera cierto - que la humanidad lleva los patrones de sus antepasados - entonces este reto no ha hecho más que comenzar Despegarse de esta maldición divina echada sobre la humanidad puede suponer la clave para liberar a la raza humana.
Durante el pasado de la Tierra, la raza humana ha recibido señales contradictorias por parte de los dioses. Hubo épocas (algunas de las cuales están registradas en los textos sumerios, por ejemplo el gran diluvio) en las que los humanos fueron abandonados y dejados para morir en el planeta mientras los dioses, de quienes ellos se fiaban, montaban en sus naves espaciales y desaparecían. Durante esas épocas, algunos dioses rescataron («ilegalmente») a humanos elegidos. Esto ha creado un código emocional en la especie humana que se moviliza en tiempos de crisis. El código recuerda ambos patrones y se activa una lucha entre el miedo al abandono y la alegría de ser salvado. Es imperativo que la raza humana resuelva esta dependencia de los dioses y sea autosuficiente.
En la actual Tierra, hay grupos de extraterrestres cuyo código está muy enraizado en un pasado que todavía prometía la salvación. Se acercan a los humano» como seres físicos del espacio o hablan telepáticamente con aquellos que pueden escuchar su frecuencia. Muchas veces denominan diversos humanos de la Tierra «comandantes» o «los elegidos», es decir, siguen tentando al ego humano para perpetuar sus propios sentimientos de superioridad, Aunque estos grupos que no pertenecen a este planeta tienen buenas intenciones, continuamente recuerdan la brecha entre el miedo al abandono y la alegría de salvación, fomentando con ello una creencia elitista. Conforme los humanos asuman su propio poder y entren en la madurez planetaria, estos grupos residuales también se transformarán. La mayoría de los otros grupos extraterrestres ha aprendido de sus acciones pasadas y desea la resolución de este conflicto de una vez por todas.
Desde el punto de vista de los Fundadores, el Plan se desarrolló perfectamente. El grupo lirano necesitaba jugar este rol para su propio crecimiento. Estos «dioses» extraterrestres dejaron en la Tierra pistas que finalmente ayudarán a que el planeta despierte y reconozca su herencia. Cuando la humanidad despierte y rememore este conocimiento, aparecerán las herramientas necesarias para resolver el drama de Orión. La solución vendrá gracias al permiso. Si la raza humana verdaderamente es capaz de permitir la diversidad dentro de la unidad y no juzga, se creará el Cielo en la Tierra.
Extracto de: El Prisma De Lira. Una Exploración De La Herencia Galáctica del Ser Humano. por Lyssa Royal y Keith Priest.
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