Después de buscar y buscar la dirección correcta y encontrarla, ahora nos encontramos, después del dolor vivido, de la insatisfacción y la incomprensión, en un cruce donde los rótulos son bien visibles y en uno pone: “Camino hacia Casa”. Como yo, son muchos los que hemos llegado hasta este punto del camino y contemplamos los rótulos ante las diferentes opciones que se nos muestra ante nosotros.Hemos dejado atrás a personas, situaciones no queridas, malestar y momentos de solitud y sentirnos, alguna vez, poca cosa, el ser más insignificante, dejándonos llevar por el flujo de aquellos instantes, los cuales nos han hecho rebrotar de nuestro interior hasta darnos cuenta que habíamos de continuar nuestro camino pasase lo que pasase porque una especie de llama interior, aunque con poca luminosidad, nos empujaba a seguir y no pararnos.
Hemos andado durante mucho tiempo, y por fin, los nuevos tiempos nos han llevado ante el camino que nos lleva a casa. ¡Por fin!
Muchos nos encontramos en este camino, donde el paisaje muestra el paraíso que tanto hemos oído hablar. A medida que nos vamos adentrando nuestros cuerpos dejan su gravedad para elevarse hacia la Luz y la Divinidad.
Encontrarse en este camino que lleva a casa es como subirse a una cinta mecánica que te lleva hacia el Hogar del cual todos procedemos. Tu espíritu se reconforta al saber que vuelve a la casa de la cual pertenece. Te sientes tranquilo y sientes las energías de bienvenida que se te hace desde el otro lado de la Luz. Te abren sus brazos y se alegran que detrás de ti también hay otros que han decidido volver a casa estando en la dimensión donde os encontráis.
Un nuevo ser humano está mostrándose al mundo a medida que va adentrándose por la vereda del amor, la fe i la paz. Nuevos pilares se están creando para sostener y alimentar este mundo donde habitáis. Vuestros pasos hacia el Hogar fortalecen vuestro espíritu i vuestra voluntad va tomando el protagonismo que le corresponde.
Avanzáis seguros cuando más a dentro del camino os encontráis y vuestros pasos firmes y decididos abren las puertas de la realización de vuestro Plan Divino. Vuestra vida toma, cada vez, más sentido al ver los resultados de lo que sentíais en su momento y al haber permitido que vuestra conciencia haya despertado de la somnolencia espiritual.
La humanidad ha encontrado el camino a seguir, y aunque solo unos cuantos hayáis adentraros en el camino hacia casa, por cada uno de vosotros, muchos más lo harán. La Luz ya está encendida y los fanales del camino iluminarán al resto de los seres que todavía ahora niegan la existencia de un camino que los lleva hacia su verdadera naturaleza. Niegan esta energía que son, pero cuando más os adentréis vosotros, denominados Trabajadores de la Luz, más ayudaréis a despertar y animar que todos se decidan a dar pasos hacia lo que ha de ser según la Voluntad Divina.
El camino se ha mostrado a todos aquellos que estaban preparados para seguirlo. Durante siglos solo unos pocos sabían de su existencia , pero a medida que hemos ido avanzando en este siglo, la entrada del camino ha sido limpiada y vista por todos los que hayan abierto el corazón y despertado su conciencia espiritual. A más autoconocimiento, más despertar y más amor, y a más amor, más se ensancha el camino para que todos puedan pasar y recorrerlo.
La humanidad vuelve a Casa. Las almas han tomado el camino de vuelta. Después de siglos de alejamiento, ahora podemos decir que el planeta Tierra ha encontrado la Luz de la Divinidad, de su Maestría. Cada vez somos más los que hemos guiamos a todos los que se abren para conocerse y volver a casa. Este camino empieza dentro de uno mismo. En nuestro interior se encuentra el quilómetro 0. Desde aquí podremos llegar a lo más alto de la cima donde confluyen todos los caminos y se unen en un donde su rótulo indica: “Camino hacia casa”.
Da satisfacción y una gran emoción te invade cuando te das cuenta que todo lo que has hecho te ha llevado hasta este punto, que tanto tiempo deseábamos haber llegado. Parece como si nuestros esfuerzos nos hubiesen recompensado haciéndonos llegar hasta esta cima y el fin de una manera de vivir para dar lugar a una de mejor. Cuando más nos adentramos en el camino de vuelta al Hogar, más irán cambiando nuestros pensamientos, actitudes, palabras e iremos sintiendo, a la vez, una gran sensación de plenitud, bienestar, armonía y expansión en nuestro interior. Sentiremos un Amor puro e incondicional procedente del Hogar al cual nos dirigimos y sus energías serán más patentes en nosotros debido que cada vez nos iremos acercando más a él. Llegará un momento que nosotros ya no seremos nosotros, sino la divinidad quEl camino hacia casa es el camino de la obertura y la expresión del Dios que cada uno es. Solo Amor manifestaremos y una gran visión de lo que sucede en nuestro mundo y a todos aquellos que nos rodean. Nuestro sentido de Unicidad será total. Seremos Uno con todo, con todos.
Ando por el camino que me lleva a Casa, y me siento acompañado por mis hermanos de la Luz y la materia. Como si lo viese desde lejos, veo como cada vez hay más viajeros que llegan al cruce que los llevará al resplandor del ser que son. Veo multitudes que se adentran y como el mundo se eleva, donde las energías vibran a un nivel superior y entidades más alá del espacio donde nos encontramos, llegan a nuestra dimensión para estar con nosotros, y ser uno de nosotros. La Tierra despierta e irradia su Luz con más intensidad y brillantez. Todo el universo se da cuenta de este hecho y los habitantes que lo habitan, van despertando y adentrándose en el camino que los llevará a Casa. Las almas se dan cuenta que ellas son el principio de una nueva vida de Paz, Luz y Amor.e somos manifestada a cada instante.
El Gran Plan Divino será llevado a término debido que el ser humano habrá vencido sus limitaciones, sus miedos y habrá despertado de su somnolencia espiritual.
Tú has sido y serás parte de este despertar, dando de la mano a otros para que pierdan el miedo y abran sus corazones. Tú eres Luz en nuestro mundo. Gracias por estar.
La humanidad vuelve a Casa.
Que el Amor y la Paz, la Fortaleza y el Coraje sean en todos vosotros.
Jordi Morella
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