Blavatski: en la Doctrina Secreta, ha tratado de demostrar que la base fundamental para las más profundas creencias religiosas, sostenidas en diversos tiempos, es una y la misma. Pero cada idea, aunque ciertamente en su forma original, tiende a materializarse y pervertirse. El egoísmo humano y los intereses encubiertos son puestos en juego en este proceso, y utilizan formas religiosas para su propia perpetuación.
Al comprenderlo así, no necesitamos asustarnos de emplear nuestra discriminació n y juicio, con respecto a asuntos aún de mohosa fe religiosa. Tenemos que aprender a ser como el fabuloso cisne que pudo separar la leche pura ( de la Verdad ), del agua con que estaba adulterada. Pero no es fácil separar así el error de la Verdad.
Mientras haya en nosotros esos elementos de antifraternal discriminació n, autoimportancia, e indiferencia al sufrimiento de los demás, estaremos adheridos a esas ilusiones que sutilmente nutren esos elementos. Por eso es, que el Señor Buddha hacía tanto hincapié sobre el altruismo, y la purificación moral.
Es frecuente que en diferentes doctrinas haya un elemento de verdad mezclado con fantasiosas y erróneas ideas. Si podemos percibirla, podemos ayudar a las gentes con esa verdad, y librarla de las supersticiones con las cuales está mezclada.
La religión tiene que llegar a ser cada vez más, un asunto individual en cuanto comencemos a sentirnos libres en asuntos religiosos. Ella pertenece a un aspecto o nivel de conciencia, cuyas experiencias son diferentes de las experiencias de la lucha diaria y del choque mundano.
En el campo budista existe el concepto de una ley que trasciende a la personalidad.
En lugar de Una Suprema Inteligencia que impone la Ley, existe el concepto de inteligencias graduadas, cada una en la medida de su perfección identificada con la Ley.
Existe también el concepto de una naturaleza búdica, de la cual cada Buddha es una perfecta manifestación.
Todas ellas son ideas maravillosas que sirven para tener un efecto sobre el pensamiento moderno a medida que se desarrollan y ven lo inadecuado del punto de vista materialista, que no es más que un punto de vista de impresiones superficiales.
En el arte hay técnicas diferentes, que producen diferentes efectos, pero no puede haber lucha entre esas técnicas. Ese puede ser también el caso en religión. Que cada uno crea la belleza y el valor que pueda. Si es verdaderamente creador, no puede haber lucha entre uno y otro que exprese algo diferente.
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