jueves, 9 de febrero de 2012


El Tarot y el misterio de sus símbolos


¿Qué es un símbolo? La palabra “símbolo” proviene  del latín simbŏlum y ésta del griego σιμβoλoνsimbolon, que es la forma de exteriorizar un pensamiento o idea más o menos abstracta. Es como el signo o medio de expresión al que se atribuye un significado convencional y en cuyo origen se encuentra la semejanza, real o imaginada, con lo significado.
De acuerdo al diccionario de Zaniah, un símbolo es una figura, una pintura, una escritura, una forma alegórica o un emblema u objeto al que se le asigna una significación especial.
El símbolo es una manera intuitiva de representar aquello de lo que no tenemos concepto, y una vía de acceso no teórica a lo intangible. El símbolo transforma una idea en una imagen que aún expresada en todas las lenguas se mantiene inalterable.
Lo que dicen las cartas
Para el estudio de cualquier ciencia es necesario conocer previamente el lenguaje en el que se expresará y no siempre el lenguaje que se utiliza son palabras o conceptos concretos. Los símbolos no pueden ser aprendidos como un idioma cualquiera. Para la interpretación de los mismos se hace necesario entrenar la mente de una manera especial para poder comprender y  expresar en este lenguaje las intuiciones que surgen. Hay muchos métodos para el desarrollo el "lenguaje de los símbolos". El más sintético -y uno de los más interesantes- es el Tarot, cuya esencia está contenida en los arquetipos universales que representan sus imágenes y -aunque su origen está en el olvido- no hay duda que es uno de los códigos herméticos más completos.
El Tarot es un libro basado en imágenes y símbolos cuyas láminas se articulan entre sí constituyendo un código, es un sistema en sí mismo y una tirada corresponde a un determinado propósito: crear un sincronismo entre una serie de elementos que permitan a través de los mismos poder analizar las claves del pasado para indagar en el presente con el fin de construir un futuro mejor.
Hasta el mínimo detalle de forma o color tiene un significado en el Tarot, así como la disposición de sus arcanos (del latín arcanus: secreto recóndito, cosa oculta y difícil de conocer) y la tirada que vayamos a utilizar.
La orientación de la cabeza de un arcano, nos va indicar hacia dónde irradia su influencia hasta el punto de “hacer suya” una acción en la tirada. El beneficio o perjuicio de las personas con las que se relaciona el consultante o las obras que emprenda estará dado por las cartas que rodean a aquello que significa: eso se denominará “teñido”. Si un arcano está rodeado (teñido) por cartas positivas, la acción será favorable; de otro modo, significará lo contrario. Si  está tocado por los  arcanos llamados “de movimiento” marcarán viajes, o nos indicará nuevos comienzos.
En ese sentido -y entre los arcanos mayores- una carta que evoca un enorme impulso de energía creadora es el Loco, el arcano sin número. Tradicionalmente, se lo asocia con el número cero pero algunos autores lo colocan con el número XXII. En la antigüedad, este arcano era considerado el más importante de todo el mazo. Dio lugar, en las barajas tradicionales, al personaje del Comodín, una carta que puede representar a todas las otras sin identificarse con ninguna.
El Loco representa al eterno viajero que anda por el mundo desprendido de toda necesidad y cuando se dirige hacia una carta, la impregna con su enorme energía creadora, aporta fuerzas a un nuevo proyecto, lugar o relación y nutrirá con esa impronta a las cartas que la rodean. Una carta sola nos brindará una imagen, pero no es sino hasta dentro de la totalidad de la tirada que cobrará su real sentido.

Patricia Kesselman es Astróloga y dicta cursos de Tarot. Más infohttp://simbolicos.blogspot.com
publicó:entremujeres.com



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