jueves, 7 de abril de 2011

AMOR TÓXICO

Love Comments & Graphics "Mientras creamos que alguien más tiene el poder de hacernos felices, estaremos poniéndonos a nosotros mismos como víctimas”.

Uno de los problemas más grandes con las relaciones en esta sociedad, es que el contexto con el que las abordamos es demasiado pequeño. Se nos enseñó que la meta es tener la relación.
Esto comienza en la niñez temprana con los Cuentos de Hadas sobre el Príncipe y la Princesa que vivieron felices para siempre. Continúa en películas y libros en donde “el chico encuentra a la chica” “el chico pierde a la chica” “el chico recupera a la chica”, la música se hace más fuerte y la feliz pareja parte en el atardecer. Las canciones que dicen “no puedo sonreír sin ti” “no puedo vivir sin ti” “Tú eres mi todo”, describen el tipo de amor que hemos aprendido conforme crecimos, amor tóxico, una adicción con la otra persona, como nuestra droga por conveniencia, como nuestro Poder Superior.

En el momento en que consideramos a otro ser humano como nuestro Poder Superior, vamos a enfrentar la experiencia de fracaso en lo que sea que estemos tratando de lograr. Terminaremos sintiéndonos victimizados por la otra persona, o por nosotros mismos, y aún cuando nos sintamos victimizados por la otra persona, nos reprocharemos por las elecciones que hicimos. Estamos programados para fracasar en la satisfacción de nuestras necesidades en las Relaciones Románticas, debido al sistema de creencias que se nos enseñó en la niñez y los
mensajes que obtuvimos de nuestra sociedad al ir creciendo.

No existe una meta que alcanzar que nos lleve a “vivir felices para siempre”. No estamos completos hasta que encontramos a nuestra pareja del alma. No somos mitades que no puedan completarse sin una relación.

El amor verdadero no es una obsesión dolorosa. No es tomar un rehén o ser un rehén. No es algo que consume totalmente, que aísla, o constriñe. Creer que no podemos estar completos o ser felices sin una relación, no es sano, y nos conduce a aceptar la privación y el abuso, y nos engancha en la manipulación, la deshonestidad y las luchas de poder. El tipo de amor que aprendimos cuando crecimos es una adicción, una forma de amor tóxico.

El amor no debe ser doloroso. Hay dolor involucrado en cualquier relación, pero si es doloroso la mayor parte del tiempo, entonces algo no está funcionando.

No hay nada malo con desear una relación, es natural y saludable. No hay nada malo con querer una relación que dure para siempre – tener la expectativa de que dure para siempre es lo que es disfuncional. Las expectativas nos colocan en el papel de la víctima – y provocan que nos abandonemos a nosotros mismos en la búsqueda de nuestra meta.

Si podemos comenzar a ver las relaciones, no como metas, sino como oportunidades para crecer, entonces podemos comenzar a tener relaciones más funcionales. Una relación que termina no es un fracaso o un castigo, es una lección.

Mientras nuestra definición de una relación exitosa sea que “dure por siempre” – estamos predestinados a fracasar. Siempre que creamos que debemos tener al otro en nuestra vida para ser felices, somos realmente solo un adicto tratando de proteger nuestro inventario – usando a otra persona como nuestra droga de conveniencia. Ese no es Verdadero Amor – Ni es Amoroso.

Fuente:Codependencia: La Danza de las Almas Heridas



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