sábado, 22 de enero de 2011

Focalizando la mente...........

"Somos lo que pensamos". Esta frase la habrá leído o escuchado en más de una oportunidad. Pero cómo se logra cambiar el pensamiento, no es algo tan simple para la mayoría de los habitantes de este globo durante el tránsito por esta vida.
La mayoría de las veces, centramos nuestra mente en preocupaciones por temas del futuro, temas o personas indeseados, miedos, inseguridades, situaciones del pasado que no podemos cambiar... en fin, un sinnúmero de pensamientos que no nos llevan a ningún lado. En realidad sí, nos llevan a donde no queremos ir.
Para graficar esto pensemos en dos recipientes vacíos uno junto al otro: uno es aquello que no deseamos y quisiéramos evitar en nuestra vida, el otro, nuestros anhelos y esperanzas, los objetivos de vida que queremos alcanzar. Supongamos que en las manos estamos sosteniendo una cantidad determinada de energía (que no es más ni menos que la energía mental) como si fuera medible, en kilogramos por ejemplo. Si tuviésemos 500 grs. de energía para verter en uno de los recipientes, cuando esta energía mental es usada en pensar en aquello que tememos, lo que estamos haciendo es colocar gramo por gramo, pequeñas cantidades de fuerza en el recipiente de lo que no deseamos. Como consecuencia, al final del día habremos logrado colocar la totalidad de los 500 grs. en dicho recipiente, el cual se verá completamente lleno mientras que el de nuestros objetivos positivos ha quedado totalmente vacío. Cuando vemos a un niño equivocarse al aprender algo, le indicamos el modo correcto de corregir su error haciéndole ver donde tiene que colocar los objetos, cómo debe hacerlo, de qué modo. En cierto modo me atrevo a afirmar que la mayoría de nosotros procedemos como niños pequeños equivocándonos en nuestro proceso de aprendizaje. Porque estamos llenando el recipiente errado y como conclusión habremos conseguido justamente aquello que pretendíamos evitar. Lógicamente! Pues lo único que hicimos fue pensar en ello. Llenar ese recipiente con lo indeseado mientras olvidábamos recargar aquello que nos parece importante. El recipiente en cuestión ha quedado vacío.
El cambio consiste en enfocar nuestra mente en lo que buscamos, y así podremos ver con alegría que el primer recipiente, el de lo negativo, queda vacío. Que ni un gramo ha pasado a él. Que la totalidad pertenece a nuestro proyecto de felicidad para nosotros y nuestro entorno. Así de simple, y así de complejo, Pero ¿no vale la pena hacer el intento?.

.staff revista crecimiento interior

No hay comentarios:

Publicar un comentario